<b>Sábado 2 de marzo 2013.-El discurso de rendición de cuentas presentado por el presidente Danilo Medina ante el congreso nacional el pasado 27 de febrero mostró a un líder politico acorde a los tiempos. A un estadista de de dimensiones históricas, a un ser humano sencillo, solidario y a un gobernante que se colocó en un sitial de dignidad y de decoro ante la historia de la nación dominicana y de todo el continente.</b>
Ese discurso acompañado de un ejercicio gubernamental de tan sólo seis meses contribuyó a rescatar la confianza y la esperanza de los dominicanos en un presente y un futuro mejor.
Con su decisión sobre la Barrick Gold elevó el patriotismo y la dignidad dominicana a niveles nunca antes alcanzados. Con relación a todas las cosas que se han realizado en estos primeros seis meses demostró que un político puede cumplir con lo que promete en campaña.
Y con la forma ética y moral con la que se ha conducido al frente del gobierno, Danilo demostró en la práctica que es un verdadero discípulo del profesor Juan Bosch y que su accionar como gobernante está apegado a los principios éticos de quien es el mayor ejemplo de honestidad en el ejercicio de la política dominicana de los últimos tiempos. Danilo se creció ante la historia. Sin tener que perder su humildad y sencillez de siempre.
Demostró que es un gobernante del pueblo y para el pueblo. Que para él lo importante son las gentes, la población, los seres humanos. Cuando pasó balance de los grandes logros alcanzados en educación, en salud, en el sector agropecuario, en viviendas, en obras públicas, en titulación, en fin, en cada una de las áreas del gobierno, reiteró su firme convicción de que "detrás de esas cifras está la gente". En la campaña electoral él siempre dijo que no quería un país de cifras sino un país donde la gente pudiera tener las cosas que necesitaba para vivir con dignidad.
Y para eso ha trabajado en estos seis meses y esa será la norma de toda su acción de gobierno. Por eso su firme, patriótica y digna decisión ante la Barrick Gold. En el corazón y los oídos de todos los dominicanos retumba con orgullo la expresión de Danilo cuando dijo en su discurs "Quiero que me escuchen bien: El oro que subyace en el suelo de la patria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperon, es del pueblo dominicano ¡De nadie más! Y sólo podrá ser extraído, procesado y exportado, si las condiciones de distribución de los ingresos generados por la explotación de este recurso no renovable, son justas y favorables para las dominicanas y los dominicanos. Y en los actuales momentos no lo son."
En estos seis meses, Danilo ha demostrado que se puede ser un buen presidente sin engañar, sin atropellar, sin mentir, sin tener una agenda diferente a la de la gran mayoría. Danilo ha demostrado que sus prioridades son la de la poblaciòn y que a ella se debe en cuerpo y alma. Danilo ha logrado que una nueva esperanza renazca en todos los dominicanos y dominicanas. Danilo ha logrado que, de verdad y en la práctica, "se esté haciendo lo que nunca se ha hecho".