<b>Lo más normal es que la oposición política desacredite
a los adversarios, restando importancia a sus discursos yal desarrollo de los
programas sociales que implementan. La mezquindad está a la vuelta de la
esquina y siempre se lleva como traje para el combate en el terreno político.</b>
No hay dudas de que fue esperanzador el discurso del
presidente Danilo Medina ante la Asamblea Nacional. Dijo lo que tenía que decir
con valentía y en el mejor escenario, sobre todo en el caso del contrato del
Estado dominicano con la empresa minera Barrick Gold.
Su rendición de cuentas no tuvo desperdicios y tiene
aspectos relevantes, como son la seguridad ciudadana, el problema causado por el
lago Enriquillo, el rescate del barrio La Barquita, la construcción de casas y
escuelas, la eliminación de la cuota de recuperación en los hospitales que
administra el Ministerio de Salud Pública con la incorporación de 750 nuevas
camas y la construcción de 100 nuevas estancias infantiles así como una
cantidad similar de centros comunitarios para atender 426 mil familias y 528
mil niños.
Lo de la seguridad ciudadana amerita una agenda
urgente donde participen todos los sectores de la sociedad. Es un caso que nos
afecta a todos por igual, de manera que es necesario dejar atrás las banderías
políticas y las mezquindades para enfrentar a la delincuencia con programas
efectivos.
Ya está bueno de estar teorizando en los programas de
radio y televisión o en la prensa escrita, culpando al gobierno de la
inseguridad que afecta a la población. Llegó el momento de lanzarnos al agua
para eliminar a las fieras que tanto daño están causando al país.
Mientras continúe la inseguridad en las calles, no
habrá paz en los hogares dominicanos y afectaría a la inversión nativa y
extranjera, como también al turismo.
Otro aspecto del discurso que merece un comentario
aparte es la persistente crisis energética. Son muchos los negocios que han
cerrado por la falta de energía eléctrica. El Estado pierde numerosos recursos
financiándole este servicio a la población más empobrecida.
Se han iniciado acciones legales contra empresarios
por el robo de energía, que a final de cuenta las partes terminan pactando, en
lugar de aplicar la ley enviando a prisión a los responsables. Iguales medidas
se aplican a los usuarios en los barrios pobres por conexiones ilegales, aunque
son situaciones que tienen un manejo diferente por razones que todos sabemos.
Las empresas que suministran el servicio eléctrico
dejan de recibir cuantiosos recursos económicos por esas acciones ilegales, de
manera que es correcta la posición del presidente Danilo Medina de aplicar los
correctivos pertinentes para corregir esa situación.
En su discurso, el Presidente hablaba de instalar
“tele medidores” especiales para verificar el real consumo de los usuarios y
los posibles fraudes que se estén cometiendo con la instalación de las llamadas
doble líneas. Es una buena iniciativa para empezar a desmontar esa práctica,
que más afecta a los que cumplimos de manera religiosa con el pago mensual de
las facturas.
Para nadie es un secreto que muchos ciudadanos
consumen luz sin pagar. Es una práctica que se convertido en una odiosa
costumbre. Contradictoriamente, los ladrones de energía son los que más
protestan por los apagones y los que más derrochan este importante servicio.
Así no vamos a ningún lado.