<b>WASHINGTON, 8 mar (IPS) – Tras el fallecimiento del presidente Hugo Chávez, Estados Unidos expresó su deseo de mejorar las relaciones con Venezuela, pero funcionarios y analistas independientes creen que cualquier acercamiento tomará tiempo y afrontará muchos obstáculos.</b>
Expertos estadounidenses también creen que el vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, cuenta con las mayores chances de salir triunfante en las próximas elecciones del país sudamericano, que deberían ser convocadas dentro de los próximos 30 días.
Si Maduro es elegido como el sucesor de Chávez y lidera un gobierno con amplio consenso, probablemente las relaciones con Washington mejorarán, sostienen.
"La oposición perdió en (las elecciones presidenciales) de octubre y otra vez (en las regionales) de diciembre, y ahora sus miembros se acusan entre sí", señaló Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, centro de estudios con sede en Washington.
"Creo que Maduro se encuentra en una posición muy sólida", sostuvo.
Sin embargo, para asegurarse una victoria, el vicepresidente probablemente tendrá que consolidar su base política, que comparte los sentimientos antiestadounidenses que caracterizaron a Chávez, según analistas.
El martes 5, pocas horas antes de producirse el deceso de Chávez, Maduro anunció la expulsión de dos agregados militares estadounidenses acusados de querer desestabilizar el país, y sugirió que Washington había inoculado de alguna forma el cáncer en el presidente.
Para David Smilde, de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), el momento en que Maduro hizo estos anuncios reveló que su objetivo era crear unidad bajo su persona antes de la inminente muerte del presidente.
"Creo que lo que pasó ayer (por el martes) fue parte de una campaña electoral, y por tanto no está necesariamente relacionado con el proceso con el que estamos tratando de mejorar las relaciones", dijo a periodistas el miércoles 6 un alto funcionario del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, que pidió el anonimato.
El funcionario calificó de "vergonzosas" las acusaciones de Maduro, quien fue el canciller venezolano entre 2006 y enero de este año, cargo que compatibilizó con la Vicepresidencia desde octubre de 2012.
"Seguramente será una campaña difícil. Sin duda seguiremos escuchando cosas sobre Estados Unidos que no ayudarán a mejorar las relaciones", pronosticó.
No obstante, la mayoría de los observadores creen que Maduro estaría dispuesto a lograr un mayor acercamiento con Washington que el que procuró Chávez, quien inicialmente celebró la asunción del presidente Barack Obama en 2008, pero rápidamente se desilusionó y declaró en 2010 persona no grata al embajador estadounidense en Caracas.
A fines de noviembre, Maduro mantuvo una cordial conversación telefónica con la secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, sobre cómo mejorar las relaciones bilaterales.
"Si Maduro resultara elegido y lidera un gobierno con amplio consenso, es probable que las relaciones con Estados Unidos mejoren", opinó Smilde.
"Maduro es un negociador, y (su papel) fue significativo en el avance de las relaciones diplomáticas con Colombia. Uno puede imaginar una similar mejoría con Estados Unidos", destacó.
"Sin embargo, el ancla conceptual de la ideología de Maduro es el antiimperialismo", en la que Estados Unidos sigue siendo el enemigo, advirtió.
Por su parte, Shifter dijo a IPS: "Maduro obviamente gobernará de una forma muy diferente a Chávez. No tiene el mismo carisma ni apetito de control y de poder".
"Es un líder sindicalista con mucha experiencia en negociaciones, así que veremos un estilo diferente que podría ofrecer algunas oportunidades para Estados Unidos. No cálidas y estrechas relaciones con Venezuela, pero al menos canales de comunicación y embajadores en ambas capitales. Eso ya sería un avance", dijo.
Al mismo tiempo, Shifter advirtió que la Casa Blanca avanzaría muy lento, para no provocar al ala más derechista en el Congreso legislativo estadounidense, que celebró el fallecimiento de Chávez con entusiasmo.
Entre otras cosas, los legisladores más antichavistas pidieron a la administración de Obama que respondiera con la misma moneda a las expulsiones de los agregados militares en Caracas, una medida que funcionarios del Departamento de Estado dijeron el miércoles que estaba siendo estudiada.
"Hugo Chávez fue un tirano que obligó al pueblo de Venezuela a vivir en temor", dijo el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Ed Royce, del opositor Partido Republicano.
"Su muerte hace mella en la alianza de líderes izquierdistas antiestadounidenses en América del Sur. ¡Por fin ha desaparecido este dictador!", afirmó.
El problema en el lado estadounidense es que "algunos miembros del Congreso podrían volverse muy críticos ante cualquier señal de acercamiento entre la administración y Maduro", dijo Shifter.
Y los funcionarios de Obama "no va a querer pelear con el Congreso por Venezuela. Así que van a intentar explotar esas aperturas pero serán muy cautos y cuidadosos al hacerlo", añadió.
A pesar de la hostilidad de Chávez hacia Estados Unidos, que alcanzó su cenit cuando la administración de George W. Bush (2001-2009) respaldó un fallido intento de golpe contra él en 2002, las fuertes relaciones comerciales no se vieron afectadas durante sus 14 años de gobierno.
Shannon O’Neil, investigador de asuntos latinoamericanos para el influyente Centro de Relaciones Exteriores, indicó en una columna de opinión para la cadena británica BBC que Estados Unidos compraba más petróleo a Venezuela que a cualquier otro país, mientras que la nación sudamericana era la mayor consumidora de productos manufacturados estadounidenses, particularmente automóviles.
Desde la conversación de noviembre entre Maduro y Jacobson, funcionarios de menor rango de ambos países habrían celebrado reuniones ocasionales en Washington para explorar nuevas oportunidades de cooperación en lo que un funcionario del Departamento de Estado calificó de "camino un poco empedrado".
"No comenzamos con la parte sustantiva de esas conversaciones… así que realmente no hemos ido muy lejos, y no estábamos seguros de que el gobierno de Venezuela quisiera continuar ese camino cuando ocurrió lo de ayer", dijo el funcionario, en referencia a la muerte de Chávez.
También sugirió posibilidades de cooperación en lucha antinarcóticos y contra el terrorismo, así como en seguridad ciudadana y en temas comerciales y económicos que interesan a los dos países.
Además, adelantó que Washington enviará una delegación al funeral de Estado de Chávez este viernes 8 y presionará a Caracas para que permita el ingreso de observadores internacionales, así como el trabajo de grupos locales, para seguir de cerca las próximas elecciones.
* El blog de Jim Lobe se puede leer en: http://www.lobelog.com