Justo cuando termino de leer las cuartillas dedicadas a China y a La delincuencia en América Latina, en el libro “Verdades históricas” de la autoría del Dr. José Rafael Abinader, encuentro en el periódico “Listín Diario” del día 16 de marzo 2013, edición digital, en la Columna Fuera de Cámara, que escribe el periodista, comentarista y embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Dominicana en el Reino de España, Su Excelencia, Cesar Medina, titulada: “Los Abinader no se conforman con cualquier cosa”.
He leído la carta dirigida al columnista, en las que el meritísimo académico y rector de la Universidad O&M, hace algunas puntualizaciones, que tienen como objetivo explicar las circunstancias y el contexto histórico en que ha acezado a las posiciones en la administración pública; así como su rol en la vida política nacional, a lo largo de medio siglo de nuestra vida republicana.
No pretendo responder la “Columna Fuera de Cámara”, porque los lectores del señor Embajador, conocemos su estilo mordaz, contra todo lo que represente lo contrario a sus amigos, y en eso, no le importa ideología, ni partidos, sus amigos son sus amigos, aunque necesariamente a los que enfrente de manera circunstancial no sean sus enemigos, y sus flechas no van dirigidas en esta ocasión al patriarca de los Abinader, sino a su vástago, que se lanzó al ruedo por la presidencia del PRD y su Candidatura Presidencial.
Don Cesar Medina, siempre ha proclamado, su amistad con el Ingeniero Miguel Vargas Maldonado, y todo lo que atente contra ese amigo a lo interno del PRD, hará uso de sus armas más poderosas como articulista y comentarista: “La ironía al estilo Unamuno, el histrionismo telegénico y la rudeza devastadora de su verbo”. Estas cualidades le hacen genial y proverbial.
Hechas las aclaraciones, permitidme, Su Excelencia, ilustrar a los lectores de la inmensidad humana, intelectual, académica, política y patriótica de este hombre de grandes virtudes cívicas.
José Rafael Abinader, con una larga y dilatada carrera política y de ejerció como abogado, hace más de 56 años que se graduó de Derecho, en la UASD que es la más añeja solera de las instituciones universitarias de América, que al paso del tiempo, sería Vicerrector Académico de la misma. Cuenta con una solida formación profesional en Ciencias Económicas. Poeta de finas sensibilidades. Academicista y prolifero escritor de una extensa bibliografía publicada. Ah, y empresario exitoso!
En cierta ocasión, me correspondió el honor de presentarlo en San Francisco de Macorís, lo que me obligó a hulgar en su vida pública y privada, y me llamaron poderosamente la atención, algunos episodios de su vida, entre ellos, el testimonio inédito que está en el libro “Verdades históricas” de su autoría, en el que nos hace partícipe sobre varios episodios relacionados con el ajusticiamiento de Trujillo.
La noche que se comete el magnicidio, el Dr. José Rafael Abinader, fue apresado por los temibles Agentes del Servicio de Inteligencia Militar, conocido por las siglas, SIM, en la avenida George Washington.
El diarismo dominicano, recogió el testimonio de Luis Salvador Estrella Mueses (Luichy) hijo del héroe nacional, Salvador Estrella Sadhalá, quien en la puesta en circulación del libro en cuestión, ofreció detalles sobre el papel de su familia en la conjura que culminó con el atentado perpetrado contra el tirano el 30 de mayo de 1961, en la avenida George Washington de Santo Domingo. Cito textualmente, del periódico Hoy Digital, del 29 de julio del 2011, “En conversaciones hogareñas que se producían en el grupo reunido en la casa de mis padres, participaban entre otros, Máximo Mueses, hermano de mi madre; Amado García Guerrero, primo de mi madre; Cesar Estrella Sadhalá, hermano de mi padre; el doctor Rafael Batlle Viñas, intimo amigo de la familia; el ingeniero Rafael Octavio Castillo; Quilvio Casanova y José Rafael Abinader”, explicó con sus propias palabras Luichy Estrella.
Cuando estalló la Revolución del 24 de Abril del 1965, el Dr. José Rafael Abinader, no se rajó, se puso al lado del pueblo e inclusive, me contaron testigos oculares, que salvo la vida milagrosamente en una emboscada. El Coronel Francisco Alberto Camaño Deñó, le designó Ministro de Finanzas del gobierno en arma, sus actuaciones en estas jornadas patrióticas, son elocuentes de su coherencia y timbre patriótico. ¡Vaya premio de consolación!
Tengo que coincidir con Su Excelencia: “Los Abinader no se conforman con cualquier cosa…”