<b>Los gobernantes de América Latina se concentrarán en Roma
para darle un espaldarazo al primer papa latino de la historia de la Iglesia
Católica. La elección del argentino Papa Francisco ha generado un desborde
de entusiasmo en los pueblos católicos y gobiernos de América Latina, que han
comenzado a enviar delegaciones de alto nivel al acto de entronización del sumo
pontífice.</b>
La presidente Argentina, Cristina Fernández fue la primera en
llegar a Roma, para de inmediato reunirse con Francisco.
Han llegado a Roma la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y
de México, Enrique Peña Nieto, así como el presidente de Ecuador, Rafael
Correa, y de Panamá, Ricardo Martinelli.
Otros que llegaron son el presidente de Portugal,
Aníbal Cavaco Silva; de Honduras, Porfirio Lobo; de Rumania, Traian Basescu; de
Hungría, Ader Janios; de Letonia, Andris Berzins; y de Liechtenstein, Alois von
Liechtenstein.
Se reporta además la llegada de otros líderes como el
presidente de Timor Oriental, Taur Matan Ruak, y el de Taiwán, Ying Jeou Ma,
además del vicepresidente de Uruguay, Danilo Astori, y el senador
estadounidense Cris Smith.
INFORME DEL VATICANO SOBRE LAS DELEGACIONES CONFIRMADAS
Las principales delegaciones previstas hasta el momento son:
Por parte de las Iglesias y denominaciones cristianas: 33 delegaciones (14 orientales, 10 occidentales, 3 organizaciones cristianas, y otros)
Hay que señalar la presencia del patriarca ecuménico Bartolomé I; Catholikos armenio Karekin II de Etchmiadzin; del Metropolitano Hilarión del Patriarcado de Moscú; Muchos Metropolitanos; el Arzobispo anglicano de York, John Tucker Mugabi Sentamu; el Secretario del Consejo Mundial de Iglesias Fykse Tveit, etc.
Muy importante la delegación judía (16 miembros. Representantes de la Comunidad Judía de Roma; Comités judíos internacionales; el Gran Rabinato de Israel, World Jewish Council, Anti-Defamation League …). También hay delegaciones musulmanas, budistas, sikh y jainistas.
Hasta la fecha han anunciado su presencia las delegaciones procedentes de 132 países de diversa amplitud y nivel.
“Las delegaciones -ha subrayado el Padre Lombardi- vienen a Roma siguiendo las informaciones, que sobre este acontecimiento envía el Secretario de Estado. No hay “invitaciones". Todos aquellos que quieran venir son bienvenidos. Ninguno es privilegiado o rechazado. El orden depende del protocolo y el nivel de la Delegación. Es importante que quede bien claro”.
Naturalmente, las delegaciones más significativas son las de Argentina, encabezada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y la de Italia, encabezada por el presidente Giorgio Napolitano y el primer ministro Mario Monti, con los presidentes del Senado y la Cámara de la Corte Constitucional.
Hay seis soberanos reinantes (Bélgica, Mónaco). 31 Jefes de Estado o de Organizaciones Internacionales, (Austria, Brasil, Chile, México, Canadá, Polonia, Portugal, Unión Europea …) 3 Príncipes herederos (España, Holanda, Bahrein) 11 Jefes de Gobierno (Alemania, Francia, … el vicepresidente de Estados Unidos y también hay delegaciones encabezadas por primeras Damas, vicepresidentes, vice-primeros ministros, presidentes del Parlamento, ministros, embajadores, otros dignatarios.
Como último argumento, Lombardi, ha comunicado cuales son el escudo y el lema del nuevo pontífice, que son los mismos utilizados desde su consagración episcopal El escudo tiene fondo azul y lleva los mismos símbolos de la dignidad pontificia de Benedicto XVI: mitra colocada entre dos llaves de oro y plata en forma de cruz, unidas por un cordón rojo. En lo alto campea el emblema de la orden del Papa: la Compañía de Jesús: un sol radiante, con el monograma de Cristo en rojo. La letra H lleva una cruz encima y las puntas son tres clavos negros. Abajo, una estrella y una flor de nardo. La estrella, según la tradición heráldica simboliza a la Virgen, Madre de Cristo y de la Iglesia, mientras la flor de nardo indica a San José, patrono de la Iglesia universal. En la tradición iconográfica española, efectivamente, San José lleva una vara de nardo. Con esos símbolos el Papa manifiesta su amor por la Virgen y San José.
El lema “Miserando atque eligendo” (Con sentimiento de amor y lo eligió), procede de un pasaje de una homilía de San Beda el Venerable, comentando el relato evangélico de la vocación de San Mateo y tiene un significado especial para el Papa, ya que a los 17 años, en la festividad de San Mateo en 1953, después de confesarse, percibió la misericordia de Dios en su vida y sintió la llamada al sacerdocio siguiendo el ejemplo de San Ignacio de Loyola.