<P>Santo Domingo, 24 mar (PL) El Héroe Nacional cubano, José Martí, escribió en la norteña ciudad dominicana de Montecristi los objetivos y alcances de la Revolución iniciada en su país el 24 de febrero de 1895.</P>
<P><BR>Con el Partido Revolucionario Cubano (PRC) a Cuba o Manifiesto de Montecristi, hecho público el 25 de marzo de ese año, Martí respondió a la batalla ideológica del gobierno español contra sus compatriotas independentistas.</P>
<P>Aunque en la práctica su respaldo era necesario, los argumentos esbozados en el histórico documento, firmado también por el dominicano Máximo Gómez, iban más allá del propósito de ganar adeptos a la causa emancipadora.</P>
<P>En el inicio, el texto resalta la continuidad del proceso histórico y revolucionario del pueblo cubano en sus ansias de libertad y el papel de este país en el contexto de América Latina.</P>
<P>La guerra fue explicada como necesidad indispensable para la consecución de la independencia y fruto "de la resolución de hombres que en el reposo de la experiencia se han decidido a encarar otra vez los peligros que conocen".</P>
<P>Martí, delegado del PRC, proclamado oficialmente el 10 de abril de 1892, recalcó un principio mantenido desde el surgimiento de esa organización y reiterado en toda la campaña propagandística de antes.</P>
<P>Escribió que "la guerra no es contra el español, que (…) podrá gozar respetado (…) de la libertad que sólo arrollará a los que le salgan, imprevisores, al camino… Los que la fomentaron, y pueden aún llevar su voz, declaran en nombre de ella ante la patria su limpieza de todo odio".</P>
<P>No obstante, el Manifiesto lanzó una disyuntiva insoslayable al peninsular pues "¿qué suerte elegirán los españoles: la guerra sin tregua (…) o la paz definitiva, que jamás se conseguirá en Cuba sino con la independencia?".</P>
<P>Con la determinación vehemente e invariable de conquistar la independencia, el Maestro invitó al español a aceptar la Revolución que estaba dispuesta a acogerlo como un cubano más.</P>
<P>"En la guerra inicial se ha de hallar el país maneras tales de gobierno que (…) satisfagan (…), en vez de entrabar, el desarrollo pleno y término rápido de la guerra fatalmente necesaria a la felicidad pública", aseveró el Maestro.</P>
<P>La unidad de todas las fuerzas, la igualdad entre los cubanos y la consolidación de la nacionalidad sobre el respeto y la hermandad del sacrificio descartan cualquier intento de imposición de una minoría sobre la voluntad sagrada del pueblo.</P>
<P>El peligro negro era una insensatez esgrimida por los débiles enemigos, pues "cubanos hay ya en Cuba de uno y otro color, olvidados para siempre (…) del odio en que los pudo dividir la esclavitud".</P>
<P>Otro de los principios abordados en el documento fue garantizar el culto a la dignidad del ser humano, y entre sus misiones el PRC tenía "ordenar la revolución del decoro, el sacrificio y la cultura de modo que no quede el decoro de un solo hombre lastimado, ni el sacrificio parezca inútil a un solo cubano".</P>
<P>rmh/dsa</P>