SANTIAGO.- El obispo
de la Diócesis
de La Vega,
Monseñor Antonio Camilo González, manifestó ayer su oposición a la explotación
de Loma Miranda por parte de la empresa minera Falcondo Xtrata Níquel y de la Barrick Gold en
Pueblo Viejo, Cotuí.
Además, Camilo
González condenó los enfrentamientos que se han producido entre
agentes policiales y manifestantes en la sede central de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD) y el municipio San Francisco de Macorís que arrojó como
resultado dos muertos y varios heridos.
A través de un
documento,el prelado denunció la
problemática medio ambiental que amenaza a los residentes en las provincias
Sánchez Ramírez, Monseñor Nouel y La Vega.
“Estamos conscientes
de la gran contaminación que va produciendo la Barrica Gold en
Cotuí con la extracción del oro, que está destruyendo montañas, árboles, ríos,
aves y animales. Además, fruto de sus operaciones, contamina con residuos
tóxicos todas las aguas del río Yuna, desde Cotuí hasta Samaná” señala monseñor Camilo González.
Calificó como una
insensatez e incongruencia proponer una explotación minera en Loma Miranda que
atesora riquezas naturales en los campos de la biodiversidad, la producción de
agua, valores paisajísticos y potencial recreativo eco-turístico.
“Con casi 500
especies botánicas, con la mitad de las familias de vegetales de toda la isla,
todo se enmarca dentro de una inmensa alfombra de pinos endémicos y de
múltiples asociaciones ecológicas, donde se destacan el bosque mixto, que dan
lugar a una de las redes hídricas más profusas del territorio nacional”, dijo.
Y precisó que tal
cosa provoca “ notables cambios en el
patrón de distribución de los vientos y de las lluvias que alimentan la presa
de Rincón y abastecen de agua potable a San Francisco de Macorís, Salcedo, El
Pino, Rincón, Jima, Fantino, Ranchito y decenas de comunidades a través del
acueducto central Rincón – Macorís”.
Camilo González
afirmó que todo el bienestar y riquezas naturales de los pueblos desde La Vega
hasta Nagua y desde Bonao hasta Samaná, están asociadas al sistema Yuna – Camú,
en cuyo centro se ubica Loma Miranda.
Advirtió que con la
posible explotación minera por Falcondo Xtrata Níquel de Loma Miranda tanto las
aguas del Yuna y Camú serán contaminadas con sal de cromo y otros metales
pesados que atentarán contra la calidad de vida y la salud humana.Recordó que estas aguas irrigan unas 122 mil tareas de tierra cultivadas de arroz.
Monseñor Camilo agregó
que la iglesia católica se solidariza con los diversos sectores, organizaciones
y grupos que solicitan que Loma Miranda sea declarada área protegida, por
considerarlo un patrimonio de La Vega y un recurso natural
estratégico para la preservación de la vida de todos los dominicanos.
El prelado llamó al
pueblo cristiano de la Diócesis de La Vega, a las organizaciones de la sociedad
civil, e instituciones de servicios y otras denominaciones religiosas a
respaldar e integrarse de manera firme las acciones que estarán desarrollándose
para proteger y evitar la explotación minera en esa zona.
24 de abril 2013<br>