<b>SANTIAGO.- Para el semanario Camino, la extracción de oro
por parte de la Barrick Gold y la amenaza de explotación de Loma Miranda, ponen
al desnudo uno de los peores momentos que vive el país en cuanto a la
destrucción de sus recursos naturales no renovables. </b><br>
Así lo
consigna el vocero escrito del Arzobispado de esta ciudad en el editorial
titulado “Voz profética” de la edición que circulará este domingo en las
iglesias católicas del país, donde se hace eco de un mensaje emitido esta
semana por la Pastoral Social y Medio Ambiente de la diócesis de La Vega, donde
se analiza la situación.
En la
misma, el estamento católico vegano dijo estar consciente “de la gran
contaminación que va produciendo la Barrick Gold en Cotuí con la extracción del
oro “que está destruyendo montañas, arboles, ríos, aves y animales”, además de
que, fruto de sus operaciones, contamina con residuos tóxicos todas las aguas
del Rio Yuna, desde Cotuí hasta Samaná.
Por
igual, resaltó que la amenaza de explotación de Loma Miranda pondría en peligro
las riquezas naturales que atesora en los campos de la biodiversidad, la
producción de agua, valores paisajísticos y el potencial recreativo eco-turístico.
El semanario Camino considera que esa denuncia, que
califica de profética “llega en el momento oportuno en donde encontramos
dominicanos vacilantes para incorporarse a las acciones que diversos sectores
llevan a cabo en contra de aquellos que por la sed de lucro y sin importar la
salud y la vida del pueblo son capaces de transformar nuestros suelos en un
cráter sin futuro”.
El vocero religioso admite que el camino para defender
los recursos naturales es pedregoso, ya que los obstáculos son muchos “porque
entre los que tienen el deber y la obligación de protegerlos encontramos
personas cómplices y responsables de contratos vergonzosos y lesivos a la
soberanía nacional”.
Camino aconseja a la ciudadanía no sorprenderse“si luego los vemos con poses patrióticas,
llenos de hipocresía y engaño, sólo para hacerse los graciosos ante la opinión
pública, olvidándose que la historia los juzgará”.
Y asegura que llegó la hora en que Gobierno y pueblo
dominicanos unan nuestras fuerzas “para levantar la justicia que anhelamos
permitiendo a los hijos de esta amada Patria disfrutar de los bienes que el
Creador nos ha regalado”.