La Habana (PL) Los daños a la Tierra, las alertas de investigadores sobre el deterioro del clima, la capa de ozono, el incremento de la temperatura y otros males para algunos se traduce en una sola palabra, mudarse.
Sin embargo, no se trata de cambiar de planeta de la noche al día sino, inspirados en las más emblemáticas novelas de ciencia ficción, hacer congeniar la tecnología actual, con las necesidades futuras para buscar otro hogar.
Amparados en los problemas de nuestro planeta azul, y en las potencialidades futuristas apareció el proyecto Mars One (Marte Uno) que precisamente prevé el viaje sin retorno hacia Marte, con la novedad de que miles de personas aspiran a ser elegidos.
UN PROGRAMA PARA MEDITAR
Convocado por un millonario holandés y con el visto bueno de especialistas de primer rango, pese a opiniones contrarias de voces autorizadas, hasta el momento cerca de 80 mil personas de todo el mundo se anotaron para ser colones en el planeta rojo.
La organización sin fines de lucro Mars One dejó las solicitudes abiertas desde el pasado 22 de abril. El proyecto apunta a un futuro fuera de la Tierra para el 2023, con viajes más seguidos de astronautas.
Hasta el momento de la redacción de este artículo, se habían anotado 78 mil personas, con previsión de una cifra aún mucho más abultada hasta el 31 de agosto cuando se cierran las inscripciones.
La creencia es en 2023 tener una llegada de los primeros cuatro colonos a Marte, a un costo de seis mil millones de dólares. Esta organización tiene sede en Holanda y planea pagar la mayor parte del programa.
Sin embargo, otro elemento incorporado constituye una especie de Reality Show, con la transmisión en vivo por la TV de todos los pormenores de la aventura. A esa lista se pueden sumar personas de 18 a 40 años, que abonen una cuota casi insignificante.
Otro de los requisitos de los aspirantes consiste en remitir un video de un minuto explicando su motivación para anotarse en dicho proyecto.
Las cuotas de los aspirantes oscilan de cinco a 38 o 75 dólares por una vez, en dependencia de la situación económica del país. Cuando se cierre la cantidatura elegirán de 50 a 100 aspirantes de cada una de las 300 regiones del mundo identificadas por Mars One.
Para 2015, muy cercano, el grupo se reducirá a un equipo de 28 a 40 personas para dividirlos en equipos de cuatro, que se entrenarán durante los siguientes siete años, y finalmente un voto de audiencia televisiva seleccionará a los cuatro primeros viajeros, dos hombres y dos mujeres, quienes morirán en Marte al término de sus vidas.
Hasta el presente, los interesados representan a 120 países, encabezados por Estados Unidos (17 mil 324 solicitudes), seguido por China (10 mil 241), y Reino Unido (tres mil 581), en un Top Ten que incluye además a Rusia, México, Brasil, Canadá, Colombia, Argentina y la India, entre muchos más.
También se anotaron 13 mexicanos, 11 españoles, seis colombianos, cinco argentinos, cuatro chilenos, un costarricense, un ecuatoriano, un peruano y un guatemalteco.
El proyecto aprovecha el desarrollo de las nuevas tecnologías, aunque reconoce (http://mars-one.com) que carecen de las herramientas necesarias para regresar desde Marte, de ahí que sea un viaje sin retorno.
Para 2016 pretenden lanzar satélites de comunicación al planeta rojo y luego completar varias etapas que garanticen ese coloniaje.
LOS SOÑADORES ¿CON LOS PIES EN LA TIERRA (O EN MARTE)?La empresa holandesa Mars One está liderada por el investigador y millonario Bas Lansdorp, quien pretende vender los derechos de explotación de un reality show para financiar su proyecto.
Este plan cuenta con la confianza del doctor Gerard´t Hooft, ganador del Premio Nobel de Física en 1999.
Sin embargo, sobre el particular dudan científicos del Instituto Nacional de Técnica Aerospacial estadounidense, de la Agencia Espacial Europea y del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata, Sevilla, España.
Ellos se apoyan en algunos elementos a tener en cuenta: Marte es el planeta de nuestro sistema solar con condiciones más cercanas a la Tierra, sin embargo presenta sus dificultades.
Un astronauta sin el traje espacial no duraría más de 20 segundos sin perder el conocimiento y moriría al cabo de un minuto, como lo explica el director del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata, Miguel Gilate.
Las temperaturas en Marte son muchos más bajas que en la Tierra con menos de 100 grados centígrados, además de una bajísima presión atmosférica y tormentas de viento de 500 kilómetros por hora.
Otra disyuntiva para el viaje es que los primeros astronautas deben firmar un contrato para comprometerse a no tener hijos en cinco años, debido a asuntos tecnológicos, como la existencia de tallas en trajes para los niños que nazcan en ese planeta.
Sin embargo, algunas voces ven como una futilidad dicho contrato debido a que no podrían venir a la Tierra a ser juzgados y ningún lego viajaría a Marte para resolver el litigio. Dennos Tito es otro partidario de esta colonización. Multimillonario e ingeniero de la NASA, el primer turista espacial a los 60 años de edad, es ferviente devoto de este viaje, y pretende enviar una misión tripulada a Marte en 2018.
Para Tito el viaje será de ida y vuelta, con una duración aproximada de 501 días viaje de ida el 5 de enero de 2018, llegar al planeta rojo el 20 de agosto de 2018 y regresar el 21 de mayo de 2019.
Además de los planes de Tito, la NASA tiene en proyecto enviar una primera misión tripulada a Marte a partir de 2030.
El co-fundador de Paypal y Space X (que fabrica los módulos y otras herramientas), Elon Musk, también comentó sus planes de enviar seres humanos a ese planeta en 2028.
Comida fresca producida por los astronautas en Marte es uno de los planes, pues la enviada desde la Tierra solo se empleará en casos de emergencia; se habla de una comida hidropónica, eliminando la necesidad de suelo.
Esos alimentos se cultivarán en el interior de los aposentos, con empleo de luz de LED, con una frecuencia más eficiente y consiguiente ahorro de energía.
Por tanto, esperemos a abril de 2023 para comprobar que los cuatro primeros terrícolas se mudan a Marte en una aventura que bien puede ser el principio de un éxodo masivo futuro, o el fin de un sueño.vm/rfc*El autor es periodista de Prensa Latina