Una mujer barrendera ha fallecido este viernes en Brasil, en medio de protestas generalizada en contra del derroche y la corrupción, la segunda que muere desde que estallaran las manifestaciones.
La mujer inhaló gas lacrimógeno lanzado por la policía contra manifestantes en la ciudad amazónica de Belén. Los reportes indican que falleció víctima de un paro cardíaco.
Las protestas comenzaron cuando las autoridades dispusieron alzas en los pasajes, pero se extendieron con otras denuncias y reclamos, al punto de que hoy abarcan importante ciudades de esa nación.
El jueves un joven había muerto atropellado en el marco de la manifestación que se ha celebrado en la localidad de Ribeirio Preto, ubicada en el estado de Sao Paulo, como parte de la gran protesta social que recorre Brasil desde hace días.
Frente a lod distubrios, la presidenta brasileña Dilma Rousseff ha convocado una reunión extraordinaria de su gabinate para analizar la evolución de las protestas que están convulsionando al país desde el pasado 6 de junio.
Según informa la Folha de Sao Paulo, la líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) está impresionada con los acontecimientos en Rio de Janeiro y Brasilia.
Rousseff departirá con su ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, y con el director de la Policía Federal, Leandro Daiello, para conocer los datos que manejan y decidir cómo afrontar las próximas horas.
Por su parte, el movimiento Pase Libre, que lidera las protestas, ha anunciado hoy que suspenderá las manifestaciones para evaluar la situación ante la infiltración de grupos con otros intereses.