Las objeciones homofóbicas que han sustentado voceros del catolicismo y
del protestantismo dominicanos contra la designación de James Wally Brewster Jr,
como embajador de los Estados Unidos en la República Dominicana, son la mejor
garantía de que el Gobierno de nuestro país, acogerá sin reparos la selección
del presidente Barack Obama.
En pleno siglo XXI no hay forma de que un
gobernante democrático y racional, que además ha sido pregonante de una sociedad
inclusiva, ni siquiera le pase por la cabeza ostentar discrimen contra una
persona por su preferencia sexual, a menos que esta no haya sido objeto de
escándalos vinculados a crímenes como el de la pederastia.
El daño que se le infligiría a un país que tiene
como su principal apuesta el impulso de la industria turística sería irreparable,
amén de que Estados Unidos buscaría la forma de cobrarse el desplante, y en
forma directa, el Partido de la Liberación Dominicana sumaria más adversarios a
los que ya tiene por otras motivaciones, en los ámbitos del poder
norteamericano.
Estados Unidos es el principal asiento de
la diáspora dominicana, el principal socio comercial de la República
Dominicana, que nadie me diga que Haití que eso no tiene regulación y es muy
frágil, el principal y único imperio global de nuestros tiempos y un gran
objetivo de oportunidades para los productos del campo dominicano, amén de su
influencia fáctica en toda esta área que Juan Bosch ha definido como parte de
la frontera imperial estadounidense.
Si algún día decidimos pelear con ese
socio, debe ser en función de que estén afectados intereses irrenunciables de
nuestro país, no en función de un hecho que al gobierno dominicano no les
afecta para nada: la preferencia sexual de un embajador, un aspecto que concierne esencialmente a su vida
privada.
El dominicano es un Estado laico, no una
teocracia, y sería recomendable que las iglesias se ocupen de ejercer más
influencia en las personas que en las políticas públicas, muy pendiente de aquella
interrogante que dejó Jesús y que recogen los evangelistas sinópticos: “¿Y por
qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no le echas de ver la
viga que está en tu propio ojo?
Si hay una conducta sexual de la que la
Iglesia debería estarse ocupando con mayor atención, es la de sus seminaristas
para evitar que debajo de las sotanas se les cuelen violadores de niños y de
niñas como el prófugo padre Alberto Gil Nojache, que abusaba de toda la fe y la
confianza de padres que llevaban sus hijos al catecismo creyendo que los
conducían por el camino del bien, cuando lo que hacían era dejarlos en brazos
de Satanás.
Y las iglesias evangélicas ocuparse mucho
más de especializar la condición de pastor o de pastora para evitar que
estafadores se disfracen bajo esa condición para generar la confianza para
engatusar a sus víctimas.
James Wally Brewster Jr ha tenido una
trayectoria empresarial exitosa, considerándosele hoy como uno de los grandes
expertos en los hábitos de consumo del mercado estadounidense, pero su
vinculación con la campaña de Obama y de otros candidatos demócratas, les ha
alimentado el gusanillo del servicio público, y ha decidido aceptar una
posición de embajador de su país, le ha tocado la dominicana.
Trae la agenda de su país, que bien
pudiéramos armonizarla con las prioridades nuestras y sacar provecho de sus
influencias y conocimientos.