<b>Si lo hubiéramos sabido seguramente nadie lo habría apoyado aunque fuera
circunstancialmente. Poro lo hicimos. Por lo tanto, ese monstruo, lo prohijamos los que militamos en el Partido Revolucionario
Dominicano. Unos por ingenuidad otros por mandato. Pero todos, con escasas
excepciones, estamos pagamos caro haberle dado tanto poder. (Sin merecerlo, sin
méritos suficientes, sin arraigo y sin formación política)</b>
Ese monstruo al que hoy queremos córtale la cabeza de manera civilizada
en una convención donde acuda la militancia, sin exclusiones, sin amenazas ni
chantajes, se muestra arrogante porque cuenta con el apoyo del partido de gobierno
que controla los poderes del Estado.
El monstruo, que crearon los dirigentes del PRD, de lo que están
amargamente arrepentidos, lo sostiene y alimenta el gobierno porque considera
le garantiza estabilidad y la continuidad en el poder más allá del 2016, sin
importarle el daño que le hace al sistema de partido y la democracia por la que
tanto hemos luchado.
(Nadie pensó jamás que Trujillo sería lo que fue por más de 30
años. Nadie pensó que Balaguer sería lo
que fue durante 12 años. Nadie pensó que Hitler sería lo que fue antes y
durante la Segunda Guerra Mundial. Nadie pensó que Pinochet sería lo que fue
antes, durante y después del golpe de Estado en Chile. Nadie pensó que los
Duvalier serían lo que fueron en Haití.
Nadie pensó que Franco sería lo que fue en España. Nadie pensó que Mussolini
sería lo que fue en Italia. Nadie pensó que
los dictadores latinoamericanos serían lo que fueron. Los pueblos
pagaron un precio incalculable en muertos, sangre, dolor y luto, que les impidió
su desarrollo económico, político y social)
El monstruo blanco no sólo atenta con devorar al PRD. También amenaza la democracia. La manera como actúa
es irracional. ¿Se imaginan a ese monstruo actuando en libertad con el control de los
aparatos del Estado? ¿Se lo imaginan Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas
y la Policía? ¡Yo, al igual que muchos otros amantes de la libertad y la
justicia, estaríamos bajo tierra!
A los intolerantes con poder hay que temarles.
El monstruo blanco no es un ser completo. Algo le falta. Por alguna
razón que desconozco dejó en el camino elementos consustanciales de su
humanidad. El odio que arrastra no le permite amar ni perdonar. La venganza lo
ciega y lo torna iracundo, irracional y voraz. Por eso lo creo capaz de
cualquier desenfreno emocional. Destruir al PRD, como lo está haciendo, es lo
de menos…
(Tal vez el genio de Sigmund Freud, neurólogo austriaco del siglo pasado,
padre del psicoanálisis, pueda ilustrarnos
sobre la personalidad del monstruo blanco y de lo que es capaz cuando se ve
acorralado por la razón, la verdad y la justicia. ¿Qué dirá mi buen amigo el
psiquiatra César Mella?)