Cómo es posible que el ministro de
Interior y Policía, José Ramón Fadul (Monchy) trate de justificar lo
injustificable cuando resta importancia a los niveles de delincuencia que se
suceden en este país, y de paso agrega que “en el mundo entero hay que andar
con cautela”.
Esta última expresión se le atribuye a
ese funcionario a propósito de que varios países, en especial Estados Unidos,
han pedido a sus ciudadanos que visitan República Dominicana “andar con cautela”
ante el incremento de la delincuencia en este país.
Es más, para justificar su apreciación,
el ministro Fadul agregó que en Estados Unidos se cometen atracos de manera
cotidiana. Lo mismo ocurre en nuestro país. Y si vamos a comparar estadísticas
de casos, entendemos que en la práctica las autoridades prefieren manejarlas a
su conveniencia.
"Nosotros también le pedimos a nuestros hermanos andar
con cautela en los Estados Unidos, en Europa, en España; le hemos pedido que se
cuiden, que es un mundo en transición", fueron algunas de sus expresiones,
según resaltan medios escritos, además de que el ministro puso de ejemplo el
tiroteo de la semana pasada en un sector residencial de Miami, y en el que se
reportó que una hija de dominicanos está entre las víctimas de ese hecho.
Recientes actos de delincuencia han llevado luto y dolor a la
sociedad dominicana, situación de la que también han sido víctimas turistas
extranjeros que nos visitan.
Entendemos que la posición que debió asumir el ministro de
Interior y Policía cuando los periodistas le inquirieron sobre el incremento
que se registra en los actos delincuenciales en República Dominicana, es que
las autoridades deben trabajar de forma mancomunada en procura de asestar
golpes certeros a los delincuentes, sin importar de dónde provengan. Pero
además, debió aceptar la realidad que se vive en estos momentos.
Dos ejemplos que conmovieron a la sociedad: Hace un mes, en
específico la madrugada del 3 de julio, la segundo teniente del Ejército
Zuleica Ponciano Solano, nada menos que escolta de una de las hijas del
Presidente Danilo Medina, fue asesinada a tiros por delincuentes en el sector
El Tamarindo, en la carretera Mella. Ella iba para su trabajo. También a
principios de mes delincuentes acribillaron a tiros en el sector Mejoramiento
Social al teniente de la Fuerza Aérea Manuel Sosa Jiménez en presencia de sus
dos hijas. Pero los casos reportados dan para largo, y con mayor proporción
teniendo como víctimas a civiles.
El ministro de Interior debió referir la labor del Ministerio
Público como representante de la sociedad en su conjunto, pero que en ocasiones
se ve compelido a actuar acorde a lo que recibe de la Policía Nacional, sea con
buenas o con malas intenciones. De igual manera, es de fiar la actuación de la
Judicatura en determinados casos, muchos sometidos a serios cuestionamientos
por parte de la ciudadanía, la “fragilidad” en lo que establece por ejemplo el
Código de Procedimiento Criminal.
Quizás, Monchy fue sorprendido en su buena fe cuando los periodistas
lo abordaron en momentos en que él participaba, junto al Jefe de la Policía
Nacional, en la entrega de cheques por RD$3.5 millones a familiares de cinco
agentes policiales que cayeron a mano de delincuentes y que, entendemos,
constituyen hechos lamentables condenados por toda la sociedad. Ese acto,
precisamente, debió ponerlo a reflexionar sobre el auge que ha adquirido la
delincuencia.
Pero a simple vista el ministro Fadul no estuvo a tono con lo
que en verdad debió responder al momento que fue abordado por los periodistas,
en su condición de responsable de la seguridad interna del país, y prefirió
andarse por las ramas y no ir al tronco o mello de la situación.
El ministro Fadul no puso la pelota en terreno bueno en esta
oportunidad. Sencillamente, te guayaste, Monchy.