<P>SANTIAGO.- La Policía sometió a la justicia un obrero sindicado como el responsable del incendio de su vivienda, localizada en un barrio de Moca y cuyas llamas alcanzaron a su excompañera, quien se encuentra en delicado estado de salud, así como dos hijos menores, que están fuera de peligro.</P>
<P><B>José Manuel Inoa cometió el hecho el pasado miércoles en el sector mocano de Los López, pero fue apresado ayer en el municipio de Cotuí. Desde el cuerpo del orden público se informó esta mañana que la fiscalía de Moca y una comisión policial continua investigando el acontecimiento.</B></P>
<P>Cuando Inoa prendió fuego a la casa lo hizo con el objetivo de que su antigua compañera, Yinet Carolina Gómez, de 23 años y sus dos hijos, de uno y tres años, fallecieran a consecuencia de las quemaduras.</P>
<P>Sin embargo, los tres han logrado sobrevivir, aunque desde el hospital Luis Eduardo Aybar, de la ciudad capital, se informó que es de pronóstico reservado el estado de la mujer, quien tuvo que ser llevada a ese centro de salud debido a que presenta quemaduras de tercer grado.</P>
<P>Los niños salvaron la vida por la determinación de su madre de protegerlo aún a costa de su propia vida pero, a pesar de eso, resultaron con quemaduras en los brazos y piernas. El de tres años fue atendido en el hospital de aquí y despachado, pero el más pequeño permanece en el hospital Toribio Bencosme, desde donde se informó que su estado ha mejorado.</P>
<P>Elba Rosa Gómez, madre de Yinet, dijo que luego ayudar a sacar a los niños de la casa incendiada, su hija pensaba que tenía quemaduras leves, pero las llamas le afectaron la espalda, la cara y las piernas, por lo que fue necesario trasladarla hacia la Unidad de Quemados del hospital Luis Eduardo Aybar.</P>
<P>Declaró que anteriormente Inoa había provocado el incendio de la casa y que en una oportunidad le produjo una herida en la mano derecha con un cuchillo, enojado porque ella no había querido tener relaciones íntimas con él. La cama donde dormía la joven con sus niños quedó totalmente devorada por las llamas, al igual que los demás ajuares del hogar.</P>
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