<b>Lo que para muchos feligreses dominicanos la denuncia de pederastas en la Iglesia Católica era un asunto de curas falta de formación ha quedado desmentido con la denuncia de que nada más y nada menos que el nuncio apostólico Joséf Wesolowiski en Santo Domingo era un violador de niño.</b>
Y la creencia se arraiga en la población al pasar las horas ya que Wesolowski huyó del país caribeño, obviamente con el apoyo de autoridades, tal y como ocurrió hace varios meses con el compatriota suyo, sacerdote Alberto Wojciech Gíl, acusado de violar a varios niños en Jánico.
La confirmación del rumor de que el nuncio había salido del país por ser pederasta fue confirmada por el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, monseñor Agripino Núñez.
El rector de la PUCMM argumentó que el Papa Francisco tiene bien claro el daño que eso puede causarle a un infante y dijo que cuando hay casos así la justicia dominicana debe actuar sin importar quien sea.
“Una persona puede tener sus debilidades, si se quiere, pero los abusos con los menores, con los niños, eso es imperdonable; eso no cabe en una cabeza normal y, por tanto, nadie puede aprobar eso”, dijo el rector de la PUCMM durante la firma de un acuerdo para pasantías estudiantiles entre esa institución, el PNUD y la Cámara de Diputados.
Núñez Collado es de opinión que aunque Wesolowski esté geográficamente fuera del alcance de nuestras leyes, el gobierno del Vaticano está obligado a procesarlo para que responda por las serias acusaciones en su contra.
Algunos medios asocian a Wesolowski al sacerdote también polaco Alberto Wojciech Gíl (padre Alberto), a quien tres adoslecentes acusan de violación sexual en la comunidad de Juncalito, en Jánico, y quien recientemente fue declarado en rebeldía por la fiscalía de Santiago de los Caballeros.
La declaratoria de rebeldía, es cuando el Ministerio Público solicita al tribunal un proceso en contra de un imputado que cometió un hecho y ha sido imposible su presencia durante el proceso de investigación.
A ese caso se agrega el que involucra al sacerdote católico Juan Manuel de Jesús Mota (Padre Johnny) contra quien se han querellado tres mujeres que lo acusan de haberla violado sexualmente. Este sacerdote fue suspendido el martes por el obispado de La Vega en medio del volcán de denuncia en su contra, acusaciones que el cura ha negado.