Afirma la entidad que a raíz de los supuestos escándalos
protagonizados por Teresa Gil, Directora Provincial de Medio Ambiente en la
Provincia Independencia, la Asociación Dominicana de Ingenieros Agrónomos
(ADIA) hizo un llamado urgente al Ministro de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, Bautista Rojas Gómez, para que este ministerio se enfoque en
formular y ejecutar una política responsable para el aprovechamiento racional y
sostenible de los bosques en las planicies de la mencionada provincia en
alianza con los campesinos.
El presidente de la ADIA, el
ingeniero César Matos, actuando como vocero de los ingenieros agrónomos
del país, demandó de Medio Ambiente trabajar en el territorio de la provincia
no solo para cambiar su imagen represiva y de corsarios que tienen algunos de
sus funcionarios, sino para establecer un programa en donde los recursos
naturales sirvan no solo para protegerlos, sino también para que sean
aprovechados de manera racional por parte de los pobladores cuyas economías han
sido destruidas por las inundaciones del Lago Enriquillo.
La ADIA llama al Ministro de
Medio Ambiente a poner freno a los funcionarios que todavía viven en el pasado,
y que se aprovechan del cargo para tender trampas a los dueños legítimos de los
bosques para luego chantajearlos y apresarlos. En ese sentido, el ingeniero
César Matos reveló que lo único que ha hecho la señora Teresa Gil, a su paso por
la Dirección Provincial, es tender trampas a los que cortan alguna madera para
luego incautarla con el uso de la fuerza militar, y negociarla posteriormente a
través de subastas fantasmas. No se conoce ningún caso en el que algún
perjudicado haya recuperado su madera.
Más adelante el Gremio
Profesional señaló el caso de la madera
que se le incautó al señor Angel Manuel Méndez, en octubre del
2012, porque el permiso para transportarla se había vencido por 48 horas. A ese señor se le debió haber
cobrado una multa por el vencimiento, pero sin despojarlo de su madera. En fin, a ese señor se le hizo pagar un permiso,
y también se le quitó la madera. Esa madera se le retuvo en la fortaleza de
Jimaní, un viceministro autorizó la donación de 250 pies, pero la directora
provincial amparada en esa misma orden desapareció el resto de los 1800 pies
por arte de magia.
César Matos recordó que según la Constitución
“vivimos
en un Estado social y democrático de derecho”, sin embargo las
prácticas de ciertos funcionarios de medio ambiente rememoran la era de
Trujillo. La ADIA se pregunta de dónde viene el poder y la influencia de la
señora Teresa Gil, porque la
benefician con un traslado cada vez que explota un escándalo de corrupción a su
alrededor (llegó a Independencia como resultado de los desfalcos de caja chica
en San José de Las Matas, en primer lugar; en Neyba, en segundo lugar; y en Jimaní, por
último). En ese sentido hizo un llamado a todos los profesionales de la
agronomía para que desarrollen un servicio público con apego a la ética
profesional, con integridad y lealtad a la patria; pues en algún momento de
nuestra vida seremos llamados a rendir cuentas.
La Asociación Dominicana de
Ingenieros Agrónomos urgió a las autoridades de Medio Ambiente para que depongan el autoritarismo y la imposición
de medidas represivas, y se sienten en la mesa de concertación con las
organizaciones profesionales y
campesinas para diseñar políticas para el desarrollo del agro-ecoturismo en la
provincia, en la que sean los productores y campesinos los responsables
directos del manejo de los recursos naturales, y que el Ministerio de Medio
Ambiente y Recursos Naturales sea un ente regulador, no una policía represiva.
El ingeniero César Matos invitó al
Ministro de Medio Ambiente, Dr. Bautista Rojas Gómez, a imitar
los esfuerzos que hace el presidente de la República por aliviar la deprimente
situación del sector campesino (especialmente los que viven alrededor del Lago Enriquillo), patrocinando y acompañando la formación
de grupos cooperativos, para impulsar
de manera organizada el manejo y explotación racional de los recursos
forestales, para desarrollar una poderosa
pequeña y mediana empresa de artesanías en base al uso y aprovechamiento
de la madera y otros subproductos derivados del bosque. La ADIA propone esta
innovación en el sector forestal como una manera de reducir el desempleo en el
sector rural, la exclusión social y la marginalidad.
Entiende la ADIA que esta sería
una política correcta: permitir pequeñas explotaciones forestales para
fortalecer el desarrollo económico local basado en pequeñas industrias del mueble y artesanías, y citó
como ejemplo a la comunidad de La Lista, municipio de Cabral. Indicó que así
como los animales de engorde tienen un tiempo de aprovechamiento, de la misma
manera la madera de los árboles.
La ADIA señaló que en la
provincia no se fomentan los bosques porque Medio Ambiente se ha convertido en
una burocracia para la persecución. Los servicios de información de Medio
Ambiente solo han servido para la incautación y la apropiación de bienes
decomisados como botín de guerra, no así para la prevención de ilícitos, ni
para apresar a los verdaderos depredadores de los bosques y de la fauna del
Lago Enriquillo. Ese servicio de información no funcionó para evitar el
incendio que devoró una gran extensión del Parque Sierra de Bahoruco, hace
apenas 15 días.
ADIA señaló que el Estado
Dominicano es el responsable directo de la pobreza que campea en la provincia, debido a que en la actualidad no hay ningún
proyecto de desarrollo de relevancia impactando la economía campesina. Recordó
la ADIA que el bosque no se conserva por la conservación misma, sino para el
desarrollo sostenible de la provincia, para crear progreso y bienestar en la
familia campesina.
Recordó el ingeniero agrónomo César
Matos que las únicas riquezas que les quedan a los campesinos de la
provincia Independencia, después de las inundaciones son: un gran lago y los bosques.
Muchos pequeños productores agropecuarios se dedican a quemar los troncos de
roble, porque entienden que Medio Ambiente de todas maneras no les permitirá su
aprovechamiento.