La muerte de Bebo Valdés –un legendario de la música afrocubana– afligió al mundo, tras conocerse de su deceso en la ciudad de Estocolmo, Suecia, donde vivió desde 1960 hasta su muerte, que conoció el mundo el 22 de marzo del año 2013. Por casi 40 años, en los últimos tiempos, sin estela de músico famoso y sin protagonismo alguno, tuvo que tocar el piano de un hotel para sobrevivir.
Las circunstancias de cómo llegó a vivir a ese país es lo de menos, pues de todas formas su radiante música le permitió en el 2001 ganar un Grammy, entre otros reconocimientos. Un período de más de 36 años que constituyó un silencio discográfico, no pudo impedir decenas de álbumes que hoy circundan por todo el mundo.
Su verdadero nombre era Dionisio Ramón Emilio Valdés Amaro, más conocido como Bebo Valdés, o Caballón, debido a su notoria estatura y extroversión. El nombre de ´Bebo´ se debió a que fue el primogénito de los hijos de sus padres; es decir, el bebé de la casa. Nació en Quivicán, una pequeña localidad creada entre los once municipios de la nueva Provincia Mayabeque, que sustituyeron (desde el 2010) la extinta Provincia de La Habana. Desde su niñez se ha expresado en la música con energía y maestría. Fue alumno de piano y composición de discretos profesores en su pueblo natal: Moraima González (1931-1934) y Oscar Bofartigue (1936).
Debutó con la Orquesta Tropicana, en 1928 y llegó a ser director musical de ese club hasta los años maravillosos de 1957. A esa misma época corresponde la Orquesta Sabor de Cuba, su orquesta de siempre, fundada por él, que abandonó tras ser contratado por la Peer Internationtal Music Publishers, para hacer arreglos y cantar juntos a célebres figuras de jazz afrocubano. Su hijo Chucho Valdés debutó en esa orquesta, y por qué no, otras personalidades, como el gran Beny Moré. De pequeño fundó su primera banda, a la que bautizó Orquesta Valdés-Hernández. Fue, sin embargo, en la orquesta Happy Happy, la primera banda profesional en la interpretó Bebo.
Diría Guillermo Cabrera Infante que Bebo Valdés pasó a ser una jinetera musical, que era como designaba a esos viejos músicos cubanos que han salido de Cuba, hacia Europa y al mundo, porque los acompaña un ´turista musical.´ Otros músicos fueron Israel “Cachao” López, mejor conocido como el inventor del mambo, y Pedro Nolasco Jústiz Rodríguez –Peruchín–, creador del chachachá con mambo. Citamos a estos dos músicos, por ser los más grandes maestros de la descarga, que era una improvisación musical famosa desde el Club Tropicana. Bebo fue discípulo de Peruchín, que murió en 1977, en La Habana, en los difíciles años de la Revolución cubana, en particular para los músicos.
Comienza su carrera profesional en Haití, México y en Estados Unidos, aunque de manera fugaz. A su regreso deja para siempre el Club Tropicana y se marcha de Cuba, ante la imposibilidad de seguir tocando en la isla. Gracias a Fernando Trueba se introduce en España y otros países de Europa. La película ´Chico y Rita´, una películaespañola de animacióndirigida, estrenada por primera vez en España en 2010, cuenta ni más ni menos la vívida historia del pianista. Gracias al genio de Truena, quien demostró sus gran conocimiento del jazz, el films obtuvo dos sus homenajes: el premio a la mejor película de animación en la XXV edición de los Premios Goya y en la XXIV de los Premios del Cine Europeo. El 24 de enero de2012 fue nominada para los Premios Óscar en la misma categoría.
Su estilo musical es revolucionario en muchos aspectos. Poder decir que ya fuera de Cuba lo que realmente llevó a cabo fue un trabajo patriótico, sería la razón misma del por qué hoy lo vamos a recordar. Su estilo consistió en conservar la danza, la contradanza, el son habanero; nunca tocó solo el piano, sino en tríos, o en orquestas. Y cada que pudo criticó al gobierno de Castro que haya ignorado su nombre, omitiéndolo de los grandes de la música afrocubana. Hasta el último momento de su vida, vivió creando música de la tierra que lo vio nacer. Sus restos yacen en Estocolmo, junto a su esposa Marie-Rosa, de origen nórdica.
Entre sus principales creaciones fuera de Cuba, cuentan las que realizó en el Trío con Carlos “Pataco” Valdés, Paquito Rivera en el álbum ´El arte del sabor´, ´Sabor a mí´, con Chucho Valdés (su hijo), ´Lágrimas negras´, con Javier Coliman, ´Canto a La Habana ´, ´Merengue no, guaracha ´, ´Tres palabras, a dos piano ´ (Bebo y Chucho) y casi toda la musicalización que realizó para Diego El Cigala. Particularmente aprecio su álbum ´Bebo rides againt´ (Bebo cabalga de nuevo), que fue una gira musical, de su tiempo en que vivió en la ciudad de Málaga, España.