<b>Johannesburgo, 10 dic (PL) Nelson Mandela odiaba al odio y demostró que el poder del perdón sana, subrayó hoy en Johannesburgo el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, unas de las altas personalidades presentes en un magno tributo a Madiba en Soweto.</b>
"Sudáfrica ha perdido a un padre, el mundo perdió a un amigo querido y a un mentor", agregó Ban durante su intervención en el acto homenaje al expresidente Mandela, fallecido como consecuencia de una infección pulmonar.
El estadio de fútbol de Johannesburgo, el mismo donde Mandela hizo su última aparición en público en 2010, acogió a más de 75 mil personas de las nueve provincias sudafricanas que se citaron para celebrar la vida ejemplar de quien llaman Padre de la Patria.
"Nos unimos en el dolor por la pérdida de un hombre poderoso y la celebración de una vida poderosa", sentenció Ban.
De acuerdo con datos oficiales, 91 jefes de Estado, 10 exmandatarios y 75 eminentes personalidades políticas también asistieron al evento luctuoso, celebrado cinco días después del deceso de Nelson Mandela en su residencia de Houghton.
El público sudafricano otorgó en especial extendidos aplausos para Mahmoud Abbas, presidente de Palestina, un pueblo cuya causa defendió siempre con firmeza Mandela, desde su influyente activismo político de toda la vida.
El 11 de junio de 1964 Nelson Mandela y siete de sus colaboradores antiapartheid (Walter Sisulu, Ahmed Kathrada, Govan Mbeki, Raymond Mhlaba, Denis Goldberg, Elias Motsoaledi y Andrew Mlangeni) fueron condenados a cadena perpetua.
Goldberg, que era blanco, fue enviado a una prisión en Pretoria, mientras los otros convictos fueron internados en Robben Island, una cárcel donde no permitían el acceso de niños con la intención de destruir psicológicamente a los reclusos.
Mandela fue liberado el 11 de febrero de 1990, nueve días después del levantamiento de la proscripción contra el Congreso Nacional Africano y casi cuatro meses luego de la liberación de sus compañeros en el infausto Proceso de Rivonia.
A lo largo de su encarcelamiento rechazó al menos tres ofertas condicionales de liberación, pues siempre dijo que la libertad de su pueblo, y no la suya en particular, era lo más importante.