<span style="font-size: 12px;">Escribo en este 6 de enero de 2014 con la profunda preocupación la Presidenta de la Fundación Juan Bosch, doña Carmen Quidiello, y todo su equipo de trabajo, por el creciente clima de crispación que se ha venido creando en las relaciones entre República Dominicana, Haití y a continuación con otros países hermanos como Venezuela y Cuba.</span>
Todo esto tiene antecedentes en el conflicto por el cierre de la frontera que hicieron las autoridades haitianas a la importación de huevos y pollos dominicanos. El comercio con Haití (segundo socio comercial de RD) es el único que representa una balanza comercial positiva para la República Dominicana, y los huevos y pollos son fuente de sustento de muchas pequeñas empresas y familias en el país.
Aquel conflicto ocurrió a mitad de 2012 y hasta el día de hoy nadie sabe quién motivó aquella acción y tampoco por qué en los medios de comunicación, políticos y empresariales dominicanos se promovió tener represalias drásticas (se llegó a hablar incluso de "invadir" o "ir a la guerra"), siendo que el intercambio de huevos y pollos no representa ni siquiera el 2% del intercambio formal entre los dos países. Nunca antes la subsistencia de los productores agropecuarios dominicanos había recibido tan fervorosa atención por parte de las élites nacionales.
El Presidente Medina, en ese contexto, apeló una y otra vez al diálogo, recordando que en su campaña fue el primer candidato presidencial dominicano que planteó la necesidad y beneficio de firmar un tratado comercial entre ambos países. Ese diálogo fue sistemáticamente boicoteado en ambos lados de la frontera por las élites mediáticas, partidistas y empresariales.
Y luego, a partir de septiembre, estamos viviendo la penosa realidad producida por una sentencia del Tribunal Constitucional de Rep. Dominicana que -de acuerdo con especialistas- incurriendo en graves inobservancias de la Constitución, las leyes y los principios del Derecho Constitucional moderno, despoja de nacionalidad a dominicanos EN PLENO GOCE DE NACIONALIDAD, DERECHOS Y DEBERES, descendientes de inmigrantes "irregulares", lo que afecta principalmente a hijos de inmigrantes haitianos que han llegado a RD en su mayoría como mano de obra barata importada y también como llegan miles de migrantes latinoamericanos, africanos, asiáticos a cualquier lugar del planeta donde puedan vivir mejor.
Esta situación tiene un particularidad respecto a la vivida en torno al comercio de huevos y pollos: aunque se PRESUME que afecta a descendientes de haitianos y haitianas, NO ES UN CONFLICTO BILATERAL, sino que es un PROBLEMA NACIONAL, DOMINICANO, en el que se ven atropellados los DERECHOS DE DOMINICANOS Y DOMINICANAS. Pero, increíblemente, de uno y otro lado de la frontera, esta sentencia ha sido el medio y cauce para de nuevo concretar UN CONFLICTO BINACIONAL.
De hecho, esta semana está convocada una sesión de diálogo entre comisiones de ambos gobiernos, sin que se sepa aún si hay una agenda de esa reunión o no, y cuáles serían los temas de la misma. REPETIMOS, NADA EN ESE DIÁLOGO PUEDE RESOLVER UN PROBLEMA CREADO POR UNA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DOMINICANO, sólo el mismo TC o una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Mientras, el clima en República Dominicana, como decíamos, es de crispación y agitación, hablando de "ofensiva internacional contra el país", "agresión", "invasión pacífica", "injerencia en temas internos", y la bandera de la conocida "amenaza haitiana". Por las informaciones que tenemos, en Haití pasan cosas parecidas, ya que desde las fuentes de opinión pública se agitan los resabios, odios y sospechas respecto a las intenciones de República Dominicana.
El hecho es que NO SABEMOS CÓMO, NADIE EXPLICA QUIÉNES NI CÓMO, LUEGO DE 6 MESES DE GESTACIÓN, ESTAMOS ANTE UN CONFLICTO ENTRE AMBOS PAÍSES COMPLETAMENTE ARTIFICIAL Y QUE NO RESPONDE A CAUSAS CONCRETAS Y CIERTAS QUE JUSTIFIQUEN DIFERENDOS NI CONFRONTACIONES ENTRE ESTADOS NI PUEBLOS. Cualquier problema que preocupe a ambos pueblos no tiene ahora mismo carácter bilateral ni tiene resolución en una confrontación gane quien gane.
Pero esto no se ha quedado ahí. Recientes declaraciones del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el discurso del 1 de enero de 2014 del Presidente de Cuba, Raúl Castro, han sido presentadas como que soterradamente estos Presidentes y Gobiernos están tomando partido en el "conflicto" y que el partido lo toman "a favor de Haití" y "en contra de República Dominicana".
De todo lo antes dicho, nosotros comentamos lo siguiente:
1. Es absolutamente ilógico que Venezuela o Cuba pretendan inmiscuirse en las relaciones domínico-haitianas y que intenten tomar partido. NUNCA han dicho nada en contra de la República Dominicana. Ambos países han desarrollado una política internacional carente de oportunismos y coyunturalismos. Es irracional que en un momento en que Cuba va a presidir POR PRIMERA VEZ EN SU HISTORIA un organismo regional (LA CELAC), dedique esfuerzos a crear divisiones y conflictos. Lo mismo sucede con Venezuela, que está empeñada en crear la Zona Económica de PetroCaribe y ALBA. De ambas instancias son miembros Haití y RD; son ambos países los que han pedido ayuda a Cuba y Venezuela. La relación de Cuba y Venezuela con Haití es ya histórica; confundir esos sentimientos, afectos y compromisos con parcialidades indemostrables y puramente especulativas es un error, pero además es injusto, pues es de todos sabida la solidaridad de Venezuela con RD y la amistad centenaria entre Cuba y RD. Todo lo demás entra en el terreno de las especulaciones, tremendamente peligrosas cuando de cuidar relaciones se trata. Es evidente en las palabras de Maduro como de Castro que se refieren a los daños que las Derechas y el Imperialismo hace en Haití y todo proceso de integración, y no podemos cegarnos a la realidad que conocemos: que esos daños y perjuicios SIEMPRE tienen LA COLUMNA PRINCIPAL dentro de nuestras propias casas.
2. Para nosotros es evidente que están operando fuertes prejuicios de ambos lados de la frontera, muchos de los cuales están inoculados por siglos de racismo, invasiones y tiranías, en personas de bien e incluso solidarias y virtuosas en sus valores. Pero además, es evidente que hay actores internos Y EXTERNOS que están apostando al divisionismo a través de matrices de opinión, creación de conflictos artificiales, entre otras técnicas. Parte de esto es la sentencia del TC completamente desapegada del Derecho y del sentido de justicia; la veda comercial por parte de Haití; la decisión de CARICOM de suspender la postulación de RD a dicho organismo; los artículos prácticamente DIARIOS en la prensa de ambos países, etc. Y, quién gana con esto? Al menos sabemos que pierden los pueblos, es decir los dominicanos desnacionalizados, los trabajadores y productores de huevos y pollos, los consumidores de huevos y pollos en Haití, los productores y consumidores de ambos lados que casi con seguridad ya no podrán contar en el corto ni mediano plazo con acuerdo comercial inteligente, cordial y de mutuo beneficio. Y ganan las élites de los monopolios, los oligopolios, los sectores de Derecha que se benefician del clima de odio y de un debate estrecho y primitivo, y gana el Imperialismo, que en el momento de más unidad y avance latinoamericano vuelve a sembrar en El Caribe ("la frontera imperial") la división: CARICOM enfrentado, la Zona Económica de ALBA-PetroCaribe dificultándose, la cumbre de la CELAC en La Habana siendo accidentada, entre otros.
3. No ha sido posible ni en RD ni en Haití ver con claridad "posiciones de país". Hablando de Rep. Dominicana, que es el caso que conocemos, la posición del Presidente de la República, Jefe del Estado, ha sido a favor de un enfoque humano respecto a las víctimas de la sentencia, de promoción de acuerdos con Haití, de búsqueda de inserción de RD en los acuerdos económicos y políticos regionales. Esa posición, a nuestro juicio, a sido sistemáticamente minimizada, incluso invisibilizada y boicoteada por todo tipo de posiciones que de disputan la representación de la posición general dominicana. Estamos, evidentemente, ante atentados a los derechos fundamentales, pugnas de poder, conflictos políticos internos y afrentas a la potestad y la visión del Presidente de la República en su calidad de JEFE de la política exterior.
4. Ante todo esto, nosotros reiteramos la necesidad de que nuestros países, internamente, se orienten hacia una agenda de ampliación, profundización y garantía absoluta y total de los Derechos Humanos, Económicos, Sociales y Culturales de cada uno de nuestros Pueblos. Y que en las Relaciones entre naciones, prime el criterio de la Soberanía y la Integración. Sin soberanía verdadera no es posible decidir un proyecto nacional; sin integración y UNIDAD ningún proyecto nacional latinoamericano será viable.
En enero se cumplen efemérides sagradas: La Independencia de Haití, primera en América Latina y el Caribe; el natalicio de Eugenio María de Hostos, prócer de la Independencia de Puerto Rico; el natalicio de Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria dominicana; y el natalicio de José Martí, apóstol de la Independencia de Cuba y Nuestra América.
En honor a ellos fomentemos salidas Soberanas, Integradas y Unitarias, en PAZ y sin intervención imperialista, y construyamos procesos de relaciones entre naciones y proyectos nacionales de carácter patriótico y popular, alternativos a los dominados por las élites en 200 años de Independencias incompletas. No dejemos que los prejuicios, los miedos y el odio fomentados por las élites, los imperios, nos lleven a confundir amigos con enemigos; no dejemos que nos nublen la razón y nos impidan ver las fuerzas que se contradicen en este momento de la Historia continental y el papel de centinelas que nos toca para cuidar un futuro mejor para todos nuestros pueblos.
Dijo Martí “Los hombres están divididos en dos bandos: Los que aman y construyen y los que odian y destruyen”. Y Juan Pablo Duarte señaló: "Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda Potencia extranjera o se hunde la isla.", y "Sed justos lo primero, si queréis ser felices. Ese es el primer deber del hombre; y ser unidos, y así apagaréis la tea de la discordia y venceréis a vuestros enemigos, y la patria será libre y salva. Yo obtendré la mayor recompensa, la única a que aspiro, al verlos libres, felices, independientes y tranquilos."
Quieren arrastrarnos a conflictos sin causa real, artificiales y estériles entre países, quienes afuera y adentro de nuestras Patrias NO quieren proyectos nacionales pues no quieren la verdadera soberanía y menos la integración ni la agenda popular.
Seamos patriotas, Seamos los que aman y construyen, Seamos independientes de las Potencias, Seamos justos, Seamos Felices.
Aquí te copio los links de la entrevista dada por el Presidente Maduro y el discurso del Presidente Castro, para que los leas por ti mismo/a y veas la integridad de sus reflexiones y mensajes.
Publicado en www.kaosenlared.net