<p>Un valiente discurso para la historia</p>

La intervención del presidente de la República, licenciado Danilo Medina Sánchez, en la clausura de la Segunda Cumbre&nbsp;de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC), en La Habana,&nbsp;Cuba, tiene una dimensión histórica y será recordada por las presentes y futuras generaciones de dominicanos y dominicanas. &nbsp; &nbsp;

Ha sido un discurso de un estadista, valiente, firme, bien documentado, preciso y sobretodo en defensa de la soberanía nacional. &nbsp;

Medina ha devuelto al pueblo dominicano su dignidad como nación libre y soberana, que tiene el derecho constitucional de aplicar sus leyes migratorias sin tener que someterse a las presiones, chantajes e injerencia de ningún Estado extranjero.

En estos momentos todos los dominicanos y dominicanas que de verdad aman su territorio deben estar agradecidos de las oportunas y dignas palabras del presidente Medina.

La ocasión no pudo ser más propicia que la clausura de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, congregada en la tierra del libertador José Martí. &nbsp;

Allí precisamente ocupaban asientos representantes de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y muy especialmente el &nbsp;primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves,&nbsp;quien ha pedido sanción contra el país por la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional que establece nuevas regulaciones migratorias de los extranjeros que viven aquí.

El jefe de Estado en forma energética y emotiva sentenció que la República Dominicana no se aceptará que nadie atente contra su soberanía. &nbsp;

Y agregó que no acepta&nbsp;"que nadie, ni chiquito ni grande, atente contra la soberanía de la República Dominicana".&nbsp;

Medina respondió de esa manera a los planteamientos de algunos países del CARICOM que han acusado a la República Dominicana de racista, discriminador y violador de los derechos humanos. &nbsp;

El mandatario reiteró la apertura de la nación dominicana a recibir la colaboración de otros países en el proceso de diálogo que mantiene con la República de Haití, pero siempre, observó, en el marco del debido respeto de nuestra soberanía nacional.

En su exposición, el Jefe de Estado recordó los esfuerzos hechos por la República Dominicana para ir en ayuda de Haití, con un nivel de solidaridad muy por encima de países miembros del CARICOM, entre ellos,&nbsp;San Vicente y las Granadinas.

"Nuestro país ha dejado claro, desde el primer día, su total apertura a recibir el acompañamiento internacional en la puesta en marcha de este proceso, y así lo estamos llevando a cabo. Sin embargo, debo señalar también que, como Estado libre y soberano que somos, no acepto que nadie, ni chiquito ni grande, atente contra nuestra soberanía nacional", advirtió Medina.

El gobernante no perdió la oportunidad del escenario para recordar que el pueblo dominicano ha sido el más solidario con Haití, citando que en el territorio nacional viven cerca de un millón de haitianos.

Asimismo dijo que producto de esa solidaridad, el 13% de los partos en hospitales públicos son de madres haitianas, lo que significa un gasto superior a RD$5 mil millones al año para el Estado dominicano.

Medina igualmente citó que cerca de 51 mil haitianos estudian en el país, 36 mil de los cuales asisten a las escuelas nacionales sin requerirles ningún documento; 15 mil van a universidades dominicanas, y muchos de ellos beneficiados con becas.

La alocución del presidente Danilo Medina ante los integrantes de la&nbsp;CELAC ha sido además de oportuna y valiente, un claro mensaje para aquellos sectores que insisten en chantajear a las autoridades dominicanas para que se deje sin efecto la Sentencia del Tribunal Constitucional.

Los representantes locales y extranjeros de las organizaciones pro haitianas que manejan al año millones de dólares y euros para defender a los haitianos que viven en el país, deben ser los primeros en prestarles atención a esas patrióticas palabras de Medina.

Como era de esperarse diversos sectores nacionales han aplaudido la intervención del mandatario en La Habana, Cuba, &nbsp;por estar orientada a la defensa del interés y soberanía nacional.

Ningún país merecería el respeto de la comunidad internacional si primero no defiende su propia soberanía, seguridad y protección de sus conciudadanos. En ese sentido, la diplomacia e integridad de la República Dominicana sale fortalecida tras el discurso del gobernante. &nbsp;

Ningún otro presidente dominicano había defendido desde el exterior y ante la comunidad internacional la Patria de Duarte, Sánchez y Mella con tanta vehemencia, claridad y patriotismo como lo acaba de hacer el licenciado Medina.

¡Enhorabuena, Presidente Danilo Medina!