Durante la campaña electoral pasada dicte una gran cantidad de charlas en todo el país en las cuales afirmaba que durante los gobiernos peledeístas del presidente Leonel Fernández se había logrado el crecimiento constante de la economía dominicana y que con el gobierno de Danilo Medina se iba a alcanzar el desarrollo económico y el bienestar de la población.
Para los estudiosos y expertos económicos el crecimiento y el desarrollo no es lo mismo. El crecimiento implica que todas las variables cuantitativas de la economía (PBI, ingreso pér cápita, producción, niveles de comercialización, etc) se incrementen de forma matemática, pero el desarrollo implica que ese crecimiento alcanzado se distribuya de manera equitativa y justa en todos los sectores de la sociedad.
En la presente semana un equipo de investigadores del Banco Mundial presentó los datos de un estudio denominado “Cuando la prosperidad no es compartida: los vínculos débiles entre el crecimiento y la equidad en República Dominicana”, cuyas conclusiones apuntan al hecho de que a pesar del crecimiento sostenido que hemos acanzando en la última década, no ha habido grandes avances en cuanto a a equidad se refiere y se ha producido un crecimiento mayor de la clase pobre que de la clase media.
De acuerdo a ese estudio del Banco Mundial la tendencia en el período 2000-2011en América Latina es un incremento de la clase media del 21% al 30%, en la República Dominicana no se ha dado así y por el contrario afirman que se ha producido un estancamiento de la clase media.
Y aunque precisan que el nivel de crecimiento de la pobreza se ha reducido en el período posterior a la grave crisis financiera del 2003, todavía cuatro de cada diez dominicanos son pobres y la clase media ha dejado de crecer en la última década. En ese período sólo el 2% de los dominicanos han salido de los niveles de pobreza.
Esas afirmaciones del Banco Mundial muestran con precisión que el reto del actual gobierno de Danilo Medina es aumentar la equidad social, impulsar que el crecimiento de la economía se convierta en desarrollo y en bienestar de la población, para así lograr que las condiciones presentes en la pasada década sean superadas.
El crecimiento por sí solo no garantiza equidad y justicia social. Hay que actuar de manera firme y sostenida en alcanzar el desarrollo. De acuerdo al informe citado nuestro país tuvo una de las más rápidas tasas de crecimiento en la región de América Latina y el Caribe, con más de 5% al año del 2000 al 2011, empero muchos de los 10 millones de dominicanos no pudieron aprovechar los beneficios de ese crecimiento económico. Eso es lo que debe superarse. Las políticas públicas del actual gobierno deben ir de manera directa a enfrentar los niveles de pobreza, a impulsar el crecimiento sostenido y permanente de la clase media y a lograr una justa distribución de la riqueza generada.
En ese orden, los economistas del Banco Mundial sugieren mejorar el clima de inversión para impulsar el espíritu empresarial y la creación de empleos y fortalecer el acceso de los pobres a los mercados laborales así como mejorar la prestación de servicios públicos a ese sector. Finalmente plantean una política fiscal equitativa, eficiente y sostenible, debido a que el sistema tributario se ve obstaculizado por la baja recaudación de ingresos, y depende en gran medida de los impuestos indirectos.