<b>El gobierno de Ucrania ha advertido a las tropas rusas en Crimea que no se mueva de su puesto porque lo va a considerar como una agresión militar.</b>
La advertencia fue hecha por el presidente interino de Ucrania, Oleksandr Turchnyov, luego que el depuesto presidente ucraniano Viktor Yanukovych pidió a Moscú que lo protegiera, señalando que aún se considera el jefe de Estado de Ucrania.
La petición de Yanukovych hecha este jueves recibió la respuesta inmediata del gobierno de Vladimir Putin, quien respondió positivamente a su solicitud.
El gobernante no ha sido visto en público desde el sábado, cuando el Parlamento de Ucrania votó su destitución y fijó elecciones para el 25 de mayo.
Mientras tanto, el presidente interino de Ucrania, Oleksandr Turchnyov, advirtió a la Armada rusa en Crimea que no deje su puesto, después que hombres armados tomaran edificios del gobierno en la capital regional.
El gobernante interino dijo, este jueves, que cualquier movimiento de las tropas rusas será considerado una agresión militar. La flota rusa del Mar Negro está basada en la ciudad de Sebastopol, en Crimea.
Anteriormente este jueves, el ministro del Interior interino Arsen Avakov, dijo que la policía está en alerta después que edificios del gobierno local y de la legislatura fueran tomados en la capital, Simferopol, por hombres armados que simpatizan con Rusia.
Informes indican que la bandera rusa fue izada en los edificios y Avakov dijo que los edificios ocupados han sido sitiados por la policía.
Precisamente este jueves la agencia Rusa RT informa que la bandera rusa ondea en el edificio del Parlamento de Crinea, sede del Consejo de Ministros en Simferópol, capital de Crimea. “Frente a las entradas se han levantado barricadas. De momento los asaltantes no han hecho ninguna demanda, según comenta en su perfil de Facebook el líder de la comunidad tártara de Crimea, Refat Chubárov”.
Tampoco acordaron comunicarse con la prensa. El primer ministro de Crimea, Anatoli Moguiliov, ha anunciado que las personas que han tomado los dos edificios se niegan a negociar y tampoco explican los motivos de su acción.