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Lluvia de críticas han recaído sobre el dominicano Pedro Vergés,
presidente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos
(OEA), por su decisión de celebrar a puerta cerrada la sesión de ese organismo
para conocer la petición de Panamá en torno a la crisis que vive Venezuela.</b>
El propio secretario general de la OEA, José Miguel Insulza ha censurado
la decisión del embajador de República Dominicana, quien ocupa la presidencia
del consejo. Otros que han criticado a Vergés son los representantes de Perú,
Canadá, Chile y Panamá.
A ellos se ha sumado el director para las Américas de Human Rights Watch
(HRW), José Miguel Vivanco, quien reclamó que la sesión sea en forma pública, y
opinó que debería abordar las "tácticas totalitarias" del Gobierno
venezolano.
Los representantes de los Estados miembros de la OEA tienen previsto
reunirse también a puerta cerrada una hora antes del comienzo de la reunión
para preparar la sesión, y es posible que debatan entonces si la cita se hace
pública.
Cabe también la posibilidad de que los embajadores voten al inicio de la
reunión sobre la posibilidad de que se abra a los medios de comunicación, algo
para lo que serían necesaria una mayoría de 18 votos.