<b>Las causas posible de que el asteroide P/2013 R3 se fragmentara
se atribuye a la alta temperatura a que fue sometido al acercarse al Sol, o más
bien a lo que se denomina el efecto Yorp, un sutil efecto de la luz solar que
causa que la velocidad de rotación aumente lentamente con el tiempo.</b>
El hallazgo del telescopio Hubble ha sido la más reciente
novedad de la exploración espacial y
considerado un avance en la concepción del efecto Yorp.
La fotografía del telescopio de la NASA/ESA muestra como el
asteroide se rompe en diez pedazos, presentando un espectáculo insólito, para
algunos privilegiados con asientos de primera fila.
"Verlo desmoronarse ante nuestros ojos es bastante
asombroso", dice David Jewitt, científico de la Universidad de California
y autor de la investigación.
Con relación a experiencia anteriores, es caso fotografiado es
distinto, pues se ha desintegrado en pedazos al pasar por una “escombrera
espacial” que forma un anillo de rocas de todos los tamaños justo entre las
órbitas de Marte y Júpiter.
El espectáculo ha sido fotografiado por el telescopio espacial
Hubble, un verdadero guardia de seguridad del espacio que siempre está atento.
La existencia de más fragmentos hace que sea poco probable que
el asteroide se desintegre debido a una colisión con otro asteroide, y también
es poco probable que se desmorone debido a la presión de los hielos interiores
por el calentamiento y la vaporización. Por tanto, se puede decir que por
primera vez se ha observado el efecto Yorp.
"Se trata de una roca sólida y ver cómo se hace pedazos
justo delante de tus ojos resulta muy excitante", cuenta Jewitt. El
fenómeno ha causado sensación en toda la comunidad científica.
"Esto es una cosa muy extraña de observar. Nunca hemos
visto nada como esto antes", dice la coautora Jessica Agarwal, del
Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, Alemania.
"La ruptura podría tener muchas causas diferentes, pero las
observaciones del Hubble son lo suficientemente detalladas para que en realidad
podamos identificar el proceso responsable", añade Agarwal.
El P/2013 R3 fue visto por primera vez como un objeto raro y
difuso el 15 de septiembre de 2013. Aunque todavía dará mucho que hablar por su
misteriosa desaparición, parece que ha pasado a mejor vida.
Sin duda alguna, se trata de un descubrimiento científico de
primer orden, tal y como hemos podido comprobar por la repercusión que ha
adquirido de forma exponencial.