<P>Hace casi 14 mil millones de años, nuestro universo irrumpió con una ‘chispa’ extraordinaria que inició el Big Bang. En la primera y fugaz fracción de un segundo, el universo se expandió de forma exponencial, extendiéndose mucho más allá de lo que alcanzan a ver los mejores telescopios. Hasta la fecha todo esto era la teoría.</P>
<P>Pero ahora, investigadores de la colaboración BICEP2, con datos de un telescopio del mismo nombre situado en el Polo Sur, anuncia la primera evidencia directa de esta inflación cósmica. Sus datos también representan las primeras imágenes de las ondas gravitacionales u ondulaciones en el espacio-tiempo. Estas ondas se han descrito como los "primeros temblores del Big Bang".</P>
<P>Además, los datos también confirman una profunda conexión entre la mecánica cuántica y la relatividad general. Si se confirma todos estos descubrimientos, se abre un nuevo capítulo en la astronomía, la cosmología y la física.</P>
<P>"La detección de esta señal es una de las metas más importantes de la cosmología actual", destaca John Kovac, investigador del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, desde donde se ha hecho el anuncio, y líder de la colaboración BICEP2.</P>
<P>Los resultados revolucionarios proceden de las observaciones efectuadas por el telescopio BICEP2 del fondo cósmico de microondas, el débil resplandor que dejó el Big Bang. Pequeñas fluctuaciones en este resplandor proporcionan pistas sobre las condiciones del universo temprano. Por ejemplo, las pequeñas diferencias en la temperatura a través del mapa del cielo muestran qué partes del universo eran más densas y, eventualmente, se podían condensar en galaxias y cúmulos galácticos.</P>
<P>Dado que el fondo cósmico de microondas es una forma de luz, exhibe todas las propiedades de esta, incluida la polarización. Igual que en la Tierra la luz solar es dispersada por la atmósfera y se polariza, en el espacio el fondo cósmico de microondas fue dispersado por los átomos y los electrones, y se polarizó también.</P>
<P>"Nuestro equipo cazó un tipo especial de polarización llamada 'modos B', lo que representa un patrón ondulado o ‘ rizo’ en las orientaciones de polarización de la luz antigua", explica el colíder del grupo, Jamie Bock, de la institución Caltech-JPL.</P>
<P>El trabajo ofrece nuevas pistas sobre las preguntas más básicas: ¿Por qué existimos? ¿Cómo empezó el universo?</P>
<P>Las ondas gravitacionales comprimen el espacio a medida que viajan y esta compresión produce un patrón distinto en el fondo cósmico de microondas. Estas ondas tienen una ‘lateralidad’, al igual que las ondas de luz, y pueden presentar polarizaciones diestras y zurdas.</P>
<P>"El patrón de modo B es una firma única de las ondas gravitacionales debido a su lateralidad. Esta es la primera imagen directa de ondas gravitacionales en el cielo primordial", dice otro colíder, Chao -Lin Kuo, de Stanford / SLAC.<BR>ondas_gravitacionales</P>
<P>Señales modo B detectadas por el telescopio BICEP2. / Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics</P>
<P>El equipo examinó las escalas espaciales en el cielo abarcando aproximadamente de uno a cinco grados (dos a diez veces el ancho de la Luna llena) . Para hacer esto, viajaron al Polo Sur para aprovechar su aire frío y seco y estable.</P>
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