<b>El desplazamiento de la claque del ex-rector, Mateo Febrillet, ofrece la oportunidad de sanear y democratizar la UASD. Descaro clientelista, corrupción y tráfico de influencia alcanzaron durante esa gestión niveles agobiantes e insostenibles.</b>
Cierto que el nuevo Rector, Iván Grullón, como autoridad ha contemporizado en el pasado con el cuestionado estatus uasdiano, degradado ahora hasta lo insoportable.
Pero también ha sido un maestro honesto, que aun vinculado al PLD, no se articuló a su partidocracia corrompida, ni recibió respaldo político oficial de su organización; inclinándose por asumir una gestión al margen de lineamientos partidistas y presta a sanear la institución.
Es bueno que se sepa que Febrillet y su equipo operaban -a partir del compromiso original con Miguel Vargas y otros clanes perredeítas- abrazada siempre a lo peor del PLD-PRD-PRSC y la seudo-izquierda).
El nuevo rector, contrarrestando ciertas aberraciones, dispuso la cancelación de 800 botellas administrativas nombradas en los últimos meses. Faltan otras 700 por eliminar.
Develó también que hay casos escandalosos que estaría dispuesto a identificar, si no lo dejan “tranquilo”. En verdad debió dar sus nombres y no insinuar que podría silenciarlo… Instamos a él y a quienes dispongan de esos datos, a publicarlos.
Además hay ciertos jorocones mafiosos vinculados a manejos turbios de áreas financieras, Comedor, Economato, Suministro, contratas de obras y operaciones de compra, que merecen ser develados y sancionados; incluidas compra de pupitres y mega-inversiones sobrevaluadas, y ferias de vehículos plagadas de dolo.
Alertamos respecto a aquellos que se sumaron e invirtieron en la candidatura de nuevo rector para preservar impunidades y lograr reposicionarse.
Iván debería desprenderse de esos compromisos, si realmente se propone sanear la UASD.
El Cuerpo de Seguridad de la UASD debe ser depurado de conocidos delincuentes y agentes policiales y militares; mientras que FELABEL -víctima de provocaciones, intervenciones y violaciones del Fuero- debe ser legalizada, y sus activistas (encarcelados con la complicidad del rector saliente) puestos en libertad.
Es necesario, además, crear un FORO de DEBATE, que permita examinar las causas y la manera de superar la crisis estructural de la UASD a través de un nuevo proceso de reformas; destinado a democratizarla, elevar su calidad académica, revertir y bloquear procesos privatizadores y garantizar su gratuidad.
Todo en el marco de normas democráticas y compromisos multilaterales que garanticen la gobernabilidad de esa institución y su máximo rendimiento académico.
Oportunidad no es realidad, pero bien podría serlo… si no se vuelve a lo mismo.