<b>El pistolero que se suicidó luego de matar a otros tres y herir a unos 16 en la base militar Fort Hood de Texas, es de origen puertorriqueño y estaba siendo observado por sospecha de padecer de trastorno post-traumático, informaron las autoridades en Estados Unidos.</b>
López era un especialista del ejército que estuvo cuatro meses en Iraq en el 2011. No había sido diagnosticado con la enfermedad, aunque si un reporte de que había sufrido una lesión cerebral traumática. El hecho se registró el miércoles a la 4:30 de la tarde en un edificio de apoyo médico.
Los informes dan cuenta que el técnico López entró en el un edificio en un vehículo desde el cual disparó con una pistola calibre Smith & Wesson, calibre 45, semiautomática que había adquirido recientemente en el área de Killeen.
Se bajó del vehículo, entró en otro edificio y abrió fuego de nuevo, y luego conversó con una oficial de la policía militar femenina. Esta sacó su arma y lo puso en alto, pero el técnico López puso la pistola en la cabeza y se suicidó, narraron testigos.
De acuerdo a los detalles, el técnico López había llegado a Fort Hood, en febrero de otra instalación, dijeron las autoridades. “Estaba bajo tratamiento por problemas siquiátricos y alcoholismo”, agregó Milley, quien sostuvo que “no hay indicaciones” de que haya sido un acto de terrorismo”, dijo el el general Mark Milley en rueda de prensa.
Un funcionario del Pentágono dijo que el presunto pistolero era especialista del ejército Iván López. Milley general, mientras que la no identificación de técnico López por su nombre, dijo que el pistolero había cumplido cuatro meses en Irak en 2011 y estaba siendo evaluado para el trastorno de estrés post-traumático, pero que aún no había sido diagnosticado con la enfermedad. Había indicios de que había auto-reportadas una lesión cerebral traumática cuando regresó de Irak, dijo el general Milley.
El Nuevo Día de Puerto Rico informa que López tiene sus raíces familiares en el municipio de Guayanilla quien fue miembro de la banda escolar de esa ciudada y de la Guardia Nacional de Puerto Rico.
“Era percusionista. Estudió en la escuela Asunción Rodríguez de Sala, en Guayanilla”, dijo una fuente a El Nuevo Día.
El autor de la masacre estaba asignado al comando de apoyo 13 del Ejército de Estados Unidos. Aunque no quedó con heridas físicas, sí resultó con “problemas sicológicos”, dijo el general Milley.
Las fuentes de El Nuevo Día, que lo conocen desde joven, sostienen que el militar, de 34 años, perdió a su madre en noviembre pasado. El mes antes murió su abuelo.“Fueron muchos golpes”, señaló una de las fuentes.
López utilizó una pistola semiautomática para dar muerte a las víctimas. Se cree que el incidente surgió por una disputa con otro soldado.Su esposa reside en la zona de la instalación militar, que pertenece al Ejército de Estados Unidos. También informaron que tiene hijos, aunque no precisaron cuantos.
Una militar habría hecho frente al atacante, quien se quitó la vida en un estacionamiento de la instalación, agregó Milley.
Este es el segundo ataque en cinco años en el Fuerte Hood. El anterior, ocurrido en 2009, dejó 13 muertos y 30 heridos.