SANTIAGO.- Una indignación colectiva impera entre los residentes en la sección Los Robles, del distrito municipal Juan López, provincia Espaillat, por el ultraje cometido contra la bandera nacional por un grupo de haitianos residentes allí, la tarde del Viernes Santos.
Tan generalizada es la repulsa por la profanación del lienzo patrio, que hombres y mujeres residentes en el lugar garantizaron que si hubiesen presenciado el hecho “les hubiéramos cobrado con su sangre a esos extranjeros la afrenta cometida contra el principal símbolo nacional”.
El viernes pasado, alrededor de 20 haitianos organizaron y participaron en un rito de vudú en la denominada Esquina Caliente, de Los Robles y uno de ellos lo hizo enarbolando la bandera dominicana.
En un momento determinado procedió a colocarla en la calle, colocándole encima dos trozos de palos en forma de cruz y de inmediato todos comenzaron a danzar en torno a la bandera, acciones que están prohibidas constitucionalmente.
(Originalmente se informó que todo ocurrió en el municipio de San Víctor, también perteneciente a la provincia Espaillat, confusión que se originó en el hecho de que ese lugar y la sección Los Robles prácticamente son limítrofes).
Mientras que en la tarde de este miércoles se incrementó la presencia policial en el poblado, con el objetivo de apresar a los responsables, sin que hasta la mañana de hoy hayan arrestado a nadie, especialmente porque la mayoría de los haitianos residentes allí abandonó el lugar horas antes.
También ayer visitó la comunidad Los Robles el fiscal mocano José Aníbal Carela, quien se entrevistó con los líderes comunitarios, a quienes garantizó que no descansará hasta que se haga justicia en contra de los profanadores.
Sergio González, presidente de la Junta de Vecinos “Ramón Antonio Meléndez”, calificó el hecho como “una gran imprudencia” de los haitianos participantes y lo atribuyó a que “ellos se han llegado a creer que son los dueños de esta población”.
De la proliferación de esos extranjeros en la sección Los Robles fundamentalmente González responsabilizó a los hacendados y empresarios del lugar “porque ellos los tienen trabajando en sus tierras y negocios porque cobran menos que los dominicanos”.
Insistió que el ser preferidos para llevar a cabo las labores que debieran realizar los criollos “poco a poco ha llevado a los haitianos residentes aquí creer que están por encima de nosotros, hasta el extremo de que ya se sienten con el derecho de mancillar nuestra bandera”.
Heriberto Grullón, director del Distrito Municipal de Juan López, común cabecera de la sección Los Robles, también criticó los que le extrañó dicha manifestación.
“Me quedé sorprendido al ver lo que hacían con nuestra bandera y la alegría que mostraban mientras actuaban, lo que considero una burla y un desprecio a la comunidad que los ha albergado, a pesar de que casi todos viven aquí de manera ilegal”, agregó.
En una enérgica actitud de rechazo también se manifestó el ama de casa Dominga Germania García, quien llegó al extremo de afirmar que los haitianos mancillaron la bandera nacional “porque en este pueblo no hay hombres capaces el honor de nuestra patria, como lo hizo Juan Pablo Duarte”.
“Los que vieron esa barbaridad no actuaron y solo se conformaron con ser testigos de los hechos, al parecer esperando que fuéramos las mujeres quienes saliéramos a enfrentar físicamente a los haitianos participantes”, agregó la indignada mujer.
Otros lugareños cuestionados, como Altagracia Cruz, Pedro Pablo Bueno y María Fiordaliza Estrella, también manifestaron sus rechazos a la acción en contra de la bandera dominicana, al tiempo de reclamar a las autoridades judiciales, policiales y migratorias acciones enérgicas en contra de los profanadores.