Esa hiperconectividad se interpreta como tener accesos en todo momento a documentos de textos, correos, transmisiones televisivas, comunicaciones en sentido general.
Por Roberto F. Campos *
La Habana (PL) Una reciente noticia del mundo tecnológico apunta a ventas en el mercado internacional de teléfonos más capaces y más baratos, afirmación que a muchos desconfiados les hace ver alguna trampa.
El reporte señala que a fines de 2014 en el mundo se podrán adquirir smartphones o teléfonos inteligentes por 25 dólares, lo cual obliga a la expresión de asombro teniendo en cuenta los precios actuales y las innumerables operaciones que es capaz de hacer alguno de estos aparatos.
La cuestión está que en el Mobile World Congress efectuado a inicios de marzo en Barcelona, España, la compañía Mozilla presentó un teléfono móvil de pantalla táctil y cámara de dos megapixeles que podría inundar el mercado al término del año y hacer competencia a las grandes empresas.
En esa reunión se anotaron una serie de ventajas, aplicaciones y otros asuntos que ponen muy optimistas sobre todo a los más jóvenes.
Pero la trampa puede muy bien estar anunciada hace mucho tiempo, pues las compañías punteras en tecnología ya se cansaron de cobrar por accesos, cuando la conectividad se hace imprescindible y el mundo moderno apunta a la hiperconectividad, por lo tanto van por el pedazo mayor del pastel.
Esa hiperconectividad se interpreta como tener accesos en todo momento a documentos de textos, correos, transmisiones televisivas, comunicaciones en sentido general.
Las grandes compañías necesitan que la gente pague por los servicios, y para ello es necesario que mayor cantidad de personas cuenten con un aparato en sus manos que les permita acceder a tales servicios, lo cual indica que el asunto está precisamente en ese "detalle".
Sin embargo, es necesario dar una mirada futurista e interpretar como serán los teléfonos inteligentes o smartphones en 20 años, teniendo en cuenta el avance acelerado de la tecnología, digamos en solo la mitad de ese tiempo.
Piense que a inicios de los años 90 del pasado siglo un celular consistía en toda una curiosidad, por demás sumamente costosa, contraste suficiente con un presente lleno de móviles y tabletas.
Algunos técnicos consideran que hoy se puede tener en mano un buen teléfono inteligente por menos de 50 dólares, mientras otros anotan que ese tipo de aparato del futuro tendrá que estar fabricado de zafiro.
En la reunión mencionada, World Mobile Congress de Barcelona, dijeron que en 1983 apareció el primer modelo de teléfono móvil, el Motorola DynaTAC que pesaba 800 gramos.
Y luego de 20 años, el teléfono perdió peso, cuenta con baterías ligeras, pantallas más nítidas, cámaras y el acceso a Internet, entre otras muchas funciones.
La novedad de la cita barcelonesa apuntó a la presencia de celulares inteligentes más baratos, con imágenes de alta definición, conectados a pulseras y relojes, también inteligentes, y sistemas biométricos.
No obstante, los expertos consideraron que llegados a este punto es muy difícil imaginar los teléfonos del futuro.
Para el especialista de CCS Insight, Ben Wood, la idea de futuro puede ir por dos caminos, al igual que para el representante de la multinacional china Huawei, Shao Yang.
Una vía sería una idéntica a la actualidad, sin muchas más sorpresas y la otra que la comunicación estará en el bolsillo, en alguna parte, en las gafas, con la música en el oído, y por tanto se sumaron a la interpretación del cyborg, o ser humano con aparatos incorporados al cuerpo.
Podría ser un mundo totalmente alternativo, con soluciones para la durabilidad de las baterías, aparatos más pequeños, pantallas flexibles o interactuar de manera totalmente distinta.
La opinión al respecto de James Bruce de la compañía británica de software ARM Holdings, enfila el camino hacia un aparato que conecte, pero no a través del teléfono en sí mismo.
Habla del nuevo concepto de Internet, cuando muchos aparatos actuarán como intermediarios, con un celular inteligente al estilo del control remoto del televisor.
Para el presidente de Intel, Renee James, smartphones no existirá en 20 años, sino la integración de las tecnologías de comunicación en otros productos.
Piensa que en cualquier lugar un ser humano se conectará a una computadora, a su alrededor, y a partir de ahí establecerá comunicación. Señala que operarán tantas cosas inteligentes (teléfonos, tabletas, relojes, aparatos para hacer ejercicios) que ello facilitará todo.
Ese también es el parecer de la fundadora de Mozilla, Mitchell Baker, que ve incluso la comunicación en los medidores de electricidad, los zapatos, las mesas, dice que todo a nuestro alrededor será inteligente.
Y para otros entendidos, esos medios emplearán con más frecuencia en su fabricación el zafiro, como en el caso del vidrio que cubre en la actualidad los teléfonos iPhone 5.
Vidrio ultradelgado, zafiro artificial, armadura transparente de vehículos militares o dispositivo de rayos láser. Ahora muy caro para fabricarlo de manera masiva, a medida que se abarate su producción se puede usar mucho más, comentan.
En resumen, por supuesto que la aparición de un celular inteligente a fines de año, barato, puede ser solo el inicio de una cuesta ascendente en las comunicaciones, ya comenzada hace mucho tiempo y que tendrá al ser humano conectado todo el tiempo y en todo lugar.
La otra pregunta que habría que formularse entonces es, ¿cómo deja al ciudadano común esos adelantos, en un mundo de espionaje, virus de ordenadores, intereses comerciales de unas pocas compañías e ínfulas belicistas de otros?
El tiempo, ese irremediable juez, dirá la última palabra; mientras, parecen ser buenas noticias la hiperconectividad y los medios tecnológicos que no vacíen los bolsillos.
*Periodista de la redacción de Economía de Prensa Latina.
arb/abm/rfc