La historia señala que con los restos de la Santa María fue construido en diciembre del 1492 el Fuerte de la Navidad o Villa Navidad.
Si como ha anunciado una compañía estadounidense, se han encontrado en el fondo del mar Caribe los restos de la carabela San María, sería necesario revisar la versión histórica de que con sus restos tras encallar fue construida el Fuerte de la Navidad o Villa Navidad, que quedó destruida un año después cuando los indígenas comenzaron a ser victimas de los primeros pobladores españoles.
La versión histórica establece que el Fuerte Navidad o Villa Navidad fue un asentamiento que Cristóbal Colón y sus hombres comenzaron a construir en la costa Norte del actual Haití en la Navidad de 1492 con los restos de la embarcación encallada, la Santa María. Dicho fuerte habría sido arrasado en 1493, al poco tiempo de su construcción.
La Navidad fue la primera colonia europea establecida en el Nuevo Mundo a pesar de que fue destruida al año siguiente.
La Santa María es una de las tres carabelas utilizadas por Cristóbal Colón en el descubrimiento de América. Las otras dos son la Pinta y La Niña.
“El 25 de diciembre del 1492, la nave encalló en la costa noroeste de la actual República Dominicana, quedando inservible o zozobrada y sus maderas se usaron para construir un fortín con empalizada que fue llamado "Fuerte Navidad", se establece en Wikipedia.
La Santa María tenía en torno a 23 m de eslora y tres mástiles. Era el barco de mayor desplazamiento de los tres de la expedición.
La versión es más precisa. En la Nochebuena de 1492, luego de arribar a la isla de Haití, que Colón bautizó con el nombre de La Española, encalló la carabela Santa María, en la que navegaba el Almirante. Este envió a tres hombres a informar de lo ocurrido a Guacanagarix, cacique de la región donde se encontraba, quien envió varias canoas con indios para que ayudaran a descargarla.
El Almirante resolvió dejar allí alguna gente pensando que la fertilidad de la tierra y, sobre todo, la abundancia de oro permitirían el asentamiento de españoles. Además, los que permaneciesen en ese lugar podrían aprender el idioma de los nativos y averiguar así dónde se hallaban las minas de oro y quiénes eran los señores de la isla. Otra de las razones fue la siguiente: creía que al conocerse en Castilla la noticia de que un grupo de hombres había quedado en tierra voluntariamente, muchos se animarían a viajar allí.
Fue así que Colón mandó levantar una fortaleza con la madera y clavazón de la carabela, a la que puso el nombre de la Navidad por ser el día en que había llegado allí. El total de personas que quisieron permanecer en La Española fue de 39. Al frente de todos ellos nombró al escribano y alguacil Diego de Arana.
Entre esos 39 figuraban Pero Gutiérrez, repostero del rey; Rodrigo de Escobedo, sobrino de fray Juan Pérez, quien había desempeñado un papel importante en la aprobación del viaje de Colón; el cirujano Juan, tres artesanos, un artillero y un sastre. Después de pedirles que obedeciesen a su capitán y a Guacanagarix, y que no hiciesen daño a ningún indio, Colón se despidió del cacique y emprendió el regreso a España.
CONVENCIDOS DEL HALLAZGO
Pese a los antescentes expuestos Barry Clifford parece estar muy convencido de haber encontrado los restos de "La Santa María a unos tres metros de profundidad y a tan sólo unas millas de la costa de Haití.
“Era una tentación muy suculenta. Yo he encontrado varios barcos alrededor del mundo y encontrar la nave de Colón me parecía una gran oportunidad", manifestó Barry Clifford y añadió: "Es un tesoro cultural incalculable".
"Llevamos veinte años pensando en este proyecto. Pero no empezamos a buscar el barco hasta el año 2000. Entonces inspeccionamos unos 200 kilómetros tomando como referencia el lugar donde los historiadores situaban el Fuerte de Navidad", cuenta este fanático de las aventuras que mantiene un contrato con History Channel de los Estados Unidos para rodar un documental sobre el descubrimiento.
Una de las claves que llevaron a Clifford a encontrar la carabela fue el diario que escribió Colón desde el fuerte que construyó en las costas de Haití. "Escribió en su diario que el barco había encallado junto a un arrecife a unos siete kilómetros de la costa", apuntó el científico norteamericano.
"Nosotros eliminamos de nuestra búsqueda las zonas donde ya habían buscado otros historiadores y llegamos a la conclusión de que el barco se encontraba en un lugar donde encontramos un montón de piedras que ejercían como lastre y que se ajustaban a la descripción de las que llevaban los barcos españoles del siglo XV", agregó.