El gobernante haitiano los cumple entre aplausos y críticas.
Por Diony Sanabia/Prensa Latina.
Puerto Príncipe (PL) La paulatina reconstrucción de Haití y las transformaciones en beneficio de su gente constituyen objetivos de la gestión del presidente Michel Martelly, quien cumplió tres años en el cargo el pasado 14 de mayo.
Sin embargo, en los últimos meses el jefe de Estado enfrentó diversas manifestaciones en su contra por el encarecimiento de la vida, presumibles acciones corruptas y la posposición de elecciones municipales y parciales de la Asamblea Nacional.
Un acuerdo entre actores políticos haitianos en marzo último fijó para el próximo 26 de octubre la realización de esos comicios, pendientes durante más de dos años.
En tales sufragios se escogerán a 20 senadores, que representan dos tercios de la Cámara alta, un centenar de diputados y más de medio millar de asambleístas en todo el país.
Llamamos a todos los sectores a que apuesten por un Haití democrático y moderno, dejando atrás los vicios del pasado, manifestó el primer ministro, Laurent Lamothe.
Consideró que el pacto es un paso histórico y fundamental para el fortalecimiento de la democracia en este país caribeño, y ahora el enfoque, agregó, debe ser su implementación.
Lamothe también agradeció al cuerpo mediador en dicho proceso por sus grandes esfuerzos, en particular, al primer cardenal haitiano de la historia, Chibly Langlois.
Según los términos de la iniciativa, se decidió además el establecimiento de un gobierno de apertura capaz de inspirar confianza y de crear las condiciones necesarias para realizar elecciones libres, honestas y democráticas en el futuro.
De esa forma, ingresaron a la administración dirigentes opositores, aunque el partido Fanmi Lavalas, del expresidente Jean-Bertrand Aristide, se desligó temprano del diálogo.
Soy un presidente que condena la violencia, puntualizó Martelly en un multitudinario acto para celebrar el referido período como mandatario en la plaza Champs de Mars, próxima al Palacio Nacional, destruido por el sismo del 12 de enero de 2010.
Debido a ese movimiento telúrico, de 7,3 grados en la escala abierta de Richter, murieron 300 mil personas, casi dos millones quedaron sin viviendas y la capital perdió gran parte de su infraestructura.
Más allá de las palabras de Martelly, el día del festejo se produjeron violentas manifestaciones, organizadas por disímiles sectores de la oposición, con saldo de varios heridos.
Durante los enfrenamientos entre los protagonistas de los disturbios y la Policía Nacional hubo disparos de armas de fuego, gases lacrimógenos e incendios de instalaciones.
También, los negocios en la capital permanecieron cerrados, las escuelas cancelaron las clases y el comercio informal paralizó su habitual desempeño.
Ante sus seguidores, Martelly destacó que en los últimos tres años ha contribuido a fortalecer la democracia en Haití, donde aún existe la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización del país.
En ese sentido, se refirió al envío de más de 30 proyectos de leyes a la Asamblea Nacional por parte del Poder Ejecutivo, y a la aprobación de los referidos al proceso electoral y los partidos políticos.
Como logros sociales, el mandatario resaltó que gracias a un programa de enseñanza gratuita se educaron durante 2013 a un millón 400 mil niños.
Asimismo, agregó, aprendieron a leer y escribir 133 mil adultos, y una nueva campaña de alfabetización beneficiará a otros 450 mil, junto a la construcción de 314 escuelas para más de tres mil en todo el país.
Sobre los resultados de la salud pública, sostuvo que la incidencia de enfermedades como el síndrome de la inmunodeficiencia humana, el cólera, la tuberculosis y la malaria puede ser controlada.
El porcentaje de niños menores de un año de edad vacunados contra la poliomielitis en 2011 y 2013 aumentó de 79,2 a 97, ejemplificó el dignatario.
Agregó que en el caso del sarampión y la rubéola el indicador pasó durante los mismos años de 58,5 a 85 por ciento.
Martelly ponderó además la construcción y rehabilitación de más de mil kilómetros de carreteras, y la entrega gubernamental de semillas y utensilios a productores agrícolas y pescadores, respectivamente.
Comentó que el año pasado se plantaron cuatro millones 700 mil árboles como parte de la lucha contra la deforestación, un fenómeno que afecta a casi todo el país.
En el orden económico, el mandatario subrayó que la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto osciló de 2,9 por ciento en 2012 a 4,3 por ciento en 2013.
Al mismo tiempo, expuso, la inflación descendió dos puntos al cierre del año anterior en comparación con 12 meses atrás cuando fue de 6,5 por ciento.
Elogió también los avances en el desarrollo del turismo al ser su país el destino caribeño de mayor proporción de crecimiento (más del 20 por ciento) en la llegada de visitantes extranjeros durante 2013 con respecto a 2012.
Haití proyecta hoy una nueva imagen en todo el mundo como un país que asume y apoya la dignidad de las personas, recalcó Martelly, cuyo mandato debe concluir en 2016.
Dsa/RCG
(*) Corresponsal de Prensa Latina en República Dominicana