Es urgente que se controlen los precios de los artículos de la alimentación básica de los dominicanos. Los comestibles están siendo aumentados en forma paulatina, y se nota está dolorosa situación cuando se visita los supermercados.
Por Manuel Hernández Villeta
No hay que buscar culpables de la situación, sino que se tomen medidas para controlar los precios de los comestibles. La canasta familiar tiene un tope superior a los 30 mil pesos mensuales, suma que contados dominicanos ganan, cuando el salario mínimo no pasa de los siete mil pesos mensuales.
En una economía de mercado, donde los precios son fijados por la oferta y la demanda, es difícil, pero no imposible, fijar los precios a que se deben vender los productos de primera necesidad.
Hay que acabar con el agiotismo, la usura y los manejos fraudulentos de la economía. Los controles tienen que llegar desde los grandes almacenistas, hasta los detallistas de provisiones.
No pueden las autoridades cruzarse de brazos, porque hay un fenómeno que puede ser aniquilante, y de inmediato tiene que ser contrarrestado. Hemos propuesto en varias ocasiones, que se elabore un listado de productos protegidos, que se vendan a precios reducidos.
Para respetar al consumidor y al libre mercado se tienen que dejar los artículos clase A para los que puedan pagarlos a los precios que fije el mercado, pero los comestibles populares tienen que ser controlados en sus precios y su calidad.
Ese listado puede ser integrado por arroz, habichuelas, aceite, carnes, sobre todo de pollo, plátanos, papas, pan, leche, queso y otros más. En supermercados y colmados se deben vender estos artículos a precios controlados.
Todavía y se de un reajuste salarial, que no está en el tapete inmediato, si no se controla el precio de los comestibles, la inflación se tragará y hará desaparecer cualquier reajuste.
Aparte de la comida, tambien hay que fijar precios asequibles a las medicinas: Los medicamentos casi todos los meses suben un cinco o diez por ciento en las farmacias. Aunque es bueno reconocer la buena labor que realizan las boticas populares, que venden a precios muy reducidos.
Vamos a proteger la economía popular, garantía de una mejor vida para todos los dominicanos.