Cuando los partidos políticos se convierten en un antro de corruptos y mafiosos de Estado, las resultantes de sus gobiernos se alejan del modelo democrático de una sociedad equitativa, justa y menos asimétrica para sus ciudadanos. Se hace urgente revisar el liderazgo político nacional y rescatar la república de su miseria espiritual y material.
Hoy es necesario evocar la generación perdida integrada por hombres y mujeres que ofrendaron sus vidas para liberar al país de aquel cinturón de acero que sujetó a la sociedad dominicana durante tres décadas y un año, bajo la férula de la satrapía Trujillista. Este próximo treinta de mayo del 2014, se cumplen 53 años de su final, dando paso a la primera ola democrática en la República Dominicana.
Este aniversario es auspicioso para analizar la democracia dominicana, que según un amplio sentir popular es asimétrica, no equitativa en su representatividad y prisionera de la legitimidad de instituciones reguladoras, las cuales fueron formadas desde las entrañas de un estado corrupto, para mantener la hegemonía de corruptos y mafiosos enquistados en el partidismo mayoritario y de pequeños partidos aliados, que siempre actúan como huéspedes parasitarios en él sistema político dominicano.
Para estos políticos de antorchas ardientes, el Estado del bienestar no es gregario, sino, que debe ser un privilegio de una elite política ungida por el Jefe de Estado, que actúa con patente electoral e ínfula de supremo. El mejor acuarelista de este cuadro es Augusto Roa Basto en su betseller 'Yo el Supremo".
Revisemos algunos datos relevantes del status quo de la República Dominicana y su democracia del siglo XXI.
1.-El eje fundamental sobre el cual debe girar una sociedad debe ser la justicia. Sobre este particular encontramos:
Las Altas Cortes de la República fueron constituidas de manera unilateral por un Presidente cuestionado por un ejercicio corrupto, según sus contradictores y comunicadores sociales. Estos jueces de togas cuestionadas no están al servicio del país, sino, de Leonel Fernández y el PLD.
Debemos subrayar sobre este particular la fiscal Lic. Yeni Berenice Reynoso, dijo en estrado que está consciente de que el sistema de justicia dominicano está corrompido. “Este sistema está corrompido…. y sé que está corrompido, porque lo digo desde adentro”, expresó. (Fuente Acento.com).
Hay que señalar que en el gobierno del Presidente Medina, no hay un solo corrupto de envergadura en la cárcel, todo lo contrario andan de fanfarrones sometiendo hombres honorables y glorias actuales de las letras e intelectualidad dominicana como Andrés L.Mateo.
2.- Sistema electoral debe ser justo, equitativo, neutro y veraz para que los gobiernos resultantes de sus arbitrajes sean creíbles. El Tribunal Superior Electoral (TSE) desde su fundación hasta la fecha su desempeño no deja la menor dudas que sus miembros son autómatas con togas y birretes, constituyendo potencialmente una amenaza en un proceso electoral.
Nuestra democracia da muestra de agobio y perturbaciones; Arthur Miller, nos dice: "Puede hablarse del fin de una época cuando sus grandes ideales se han agotado". Resulta perentorio la revisión de las instituciones que sirven de sustento a la democracia entre ellas los partidos políticos del sistema, esto solo sería posible con una ley de partidos políticos.
La socialdemocracia que en otra época fuese vanguardia en el proceso de democratización en América Latina, parece haber tocado fondo y sus reuniones no pasan de ser enunciados protocolares, mientras la humanidad se estremece y en países como el nuestro, pues sus incidencias se extinguen dando paso al populista Socialismo del siglo XXI.
Es necesario que desde las entrañas de la sociedad nazca un movimiento crítico, vigoroso, firme e intransigente que obligue a los actores políticos a una democracia en consonancia con las necesidades imperativas de un cambio de modelo económico, político y organizacional del estado dominicano.
Me explico, los dominicanos no avanzáremos como sociedad con una economía que este fundamentada en Zona Franca, Remesas, Turismo y la Comunicación, con un aparato productivo obsoleto y abandonado. No dejando de ser menos urgente las reformas políticas a nivel de la reglamentación de los partidos políticos que son el alma mater de la democracia.
Finalmente cuando nos referimos al re-ordenamiento de las instituciones del Estado Dominicano, por ejemplo, tenemos un congreso nacional muy pintoresco, que para Semana Santa otorga dinero a los "legisladores" para brindar habichuelas con dulce, para las madres cientos de millones para comprar corotos a sus madres y las clientes políticos, para Navidad para canastas navideñas y cerdos asados. Esto parecería a ojos de cualquier lector de un país civilizado, realismo mágico.
Los Ayuntamientos o Alcaldía Municipales, las últimas auditorías de algunos de estos revelan manejos administrativos, que llenarían de perplejidad hasta la sombra fría de una estatua de cera, en Estados Unidos de Norteamérica serían condenados a cadena perpetua.
Cuando la clase gobernante perteneciente a una elite partidaria asumen la república y sus instituciones como un botín de guerra, podemos afirmar que la nación vive su era más miserable de la historia.
El autor es Médico y Diplomático