¿Qué revelan las encuestas en torno a las primarias del Partido de la Liberación Dominicana para la escogencia de su candidato presidencial? Todas coinciden en señalar al doctor Leonel Fernández como puntero, a pesar de ser, entre los supuestos presidenciables, el más cuestionado moralmente y el que tiene la mayor tasa de rechazo en la población.
La mala imagen pública de Fernández, con la que se trabaja a todo vapor para su mejoría, no es un obstáculo para su retorno al poder político en República Dominicana. A muchos no les importa, a lo interno ni a lo externo del PLD, el rosario de acusaciones que pesan en contra del antiguo presidente de la República. Tanto adentro como afuera lo que importa es que tenga posibilidades de triunfo. Y las tiene.
Meses atrás se pensó en la sepultura política de Leonel Fernández, con las derrotas internas dadas por el grupo del presidente Danilo Medina en el denominado Congreso Norge Botello. Pero con el paso del tiempo esa creencia se ha disipado. Y empezó a disiparse con la demostración de fuerzas que exhibió Leonel al recibir el apoyo de la mayoría de los senadores, seguida por decenas de diputados y alcaldes del partido oficialista.
Resultados de dos o tres encuestas que salieron a luz pública se encargaron de corroborar su fuerza dentro del poderoso y corrompido partido gobernante. Ahora la percepción ha variado y las posibilidades de retorno de Leonel Fernández son una realidad, para desgracia de la sociedad dominicana.
Esa percepción se fortalece con la situación de división que atraviesa el Partido Revolucionario Dominicano, desgastado por las confrontaciones e inhabilitado para hacer oposición. Y la percepción pública es todavía mayor ante la falta de instituciones democráticas en el país, donde todos los poderes públicos están controlados por cuadros del Comité Central del partido morado.
Y en el hipotético caso de que la oposición se recomponga favorablemente, al punto de construir una mayoría de electores, ¿cree usted que es posible derrotar al PLD con esos órganos electorales? Roberto Rosario, peledeísta en licencia, se le ha permitido hacer y deshacer en la JCE, pero es una conducta que está condicionada. Y el Tribunal Superior Electoral, cuyos miembros reciben los privilegios más irritantes, en ningún momento ha guardado las apariencias.
En la crisis interna del PRD, el Tribunal Superior Electoral, no produjo una sentencia favorable al sector de Hipólito Mejía Y Luis Abinader, que representan la gran mayoría de los perredeístas y conformaron la boleta electoral del 2012 que obtuvo un 47%. Si esa ha sido su conducta en torno a un problema menor de un partido de oposición, ¿cuál sería su actitud en un proceso eleccionario en el que esté en juego el poder político?
No se observa la menor garantía de elecciones libres en el 2016. Y cualquiera que sea el candidato del PLD se alzaría con el “triunfo”. Hasta el momento lo que se vislumbra es que el próximo presidente de la República sería el ganador de las primarias del PLD. Y el que muestra más fuerza es Leonel Fernández.
El único eventual obstáculo que tendría el presidente del PLD sería el licenciado Danilo Medina, presidente de la República, en el hipotético caso de que se decida por la reelección presidencial. Habría que reformar la Constitución, aspecto que nunca ha resultado simpático en la opinión pública, pero dada la popularidad de Medina muchos la aprobarían, empezando por perredeístas interesados en cerrar el paso a Leonel Fernández.
Fernández sabe que esa posibilidad está presente. Y por eso se apresuró en mostrar fuerza entre los legisladores, una forma de decirle a Medina: “ese paso está cerrado”. Pero desde mi óptica no está ningún cerrado. El poder es el poder. Desde el momento en que Medina se lo proponga se alza con muchos de esos congresistas y termina cristalizando su objetivo.
En consecuencia, independientemente de la mala imagen pública de Leonel Fernández, con el control que tiene de los resortes del Estado, el poder económico y mediático, más una posible dispersión de los votos perredeístas, es probable, muy probable, su retorno al poder. Por las razones expuestas, el único que podría cerrarle el paso es Danilo Medina.