La cifra está contenida en un informa partidario dado a conocer por el director del Departamento de Economía del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Yván Rodríguez, quien condenó que el Banco Central informe de un astronómico crecimiento económico en el primer trimestre del año, sin explicar los niveles de desenfreno e insostenibilidad que registra la deuda pública consolidada del país.
En rueda de prensa efectuada en la casa nacional del PRD este martes, junto a otros integrantes del Departamento de Economía perredeísta, Rodríguez citó que la deuda pasó de US$14,410 en el 2007, a US$30.373 a abril del 2014, lo que significa que en siete años la deuda pública se ha multiplicado por dos, un incremento porcentual de 110,8%, evidencia de un modelo sustentado en un endeudamiento desenfrenado.
“Un modelo basado en endeudamiento no genera empleos ni redistribuye ingresos. Y ahí se encuentra la causa de los altos niveles de desigualdad de la sociedad dominicana, como estableciera el Banco Mundial en su conocido documento “Cuando la Prosperidad no es Compartida”.
A continuación el texto completo del documento Análisis de la Deuda Pública al cierre de abril de 2014”, presentado hoy por los economistas del PRD:
El acelerado ritmo del endeudamiento público continúa siendo motivo de alarma y preocupación para el Departamento Nacional de Economía del Partido Revolucionario Dominicano, como lo es para diferentes sectores de la vida nacional, ya que el problema de la restricción presupuestaria, la llamada equivalencia Ricardiana, sigue sustentándose en nuevos y costosos préstamos para la generación presente, que está obligada a soportar una alta y pesada carga tributaria, pero trasladando de manera irresponsable a las futuras generaciones el mayor peso de la misma, haciéndola responsable de una deuda pública presente, que sigue aumentando como la verdolaga.
Mientras las autoridades del Banco Central publican un crecimiento astronómico del PIB en el Primer Trimestre del 2014, superior en un 46% al crecimiento promedio trimestral de los últimos siete años, (2007-2013), no explican el crecimiento de la deuda pública consolidada, que pasó de US$14,410 en el 2007 a US$30.373 a abril del 2014, lo que significa que en siete años la deuda pública se ha multiplicado por dos, un incremento porcentual de 110,8%, evidencia de un modelo sustentado en un endeudamiento desenfrenado.
Un modelo basado en endeudamiento no genera empleos ni redistribuye ingresos. Y ahí se encuentra la causa de los altos niveles de desigualdad de la sociedad dominicana, medido a través del coeficiente Gini y que recientemente fue dado a conocer por el Banco Mundial en su conocido documento Cuando la Prosperidad no es Compartida.
Este irracional crecimiento del endeudamiento público ha violentado todos los indicadores de la sostenibilidad fiscal, como veremos a continuación. Un primer indicador importante es la proporción de la deuda de corto plazo en la deuda externa total.
Habitualmente se considera que cuando este indicador es inferior a 10% no representa ningún tipo de alarma para las autoridades económicas. Sin embargo, en nuestro país, la deuda externa de corto plazo representa el 33,2% de la deuda total, un porcentaje altamente peligrosos al que hay que prestarle la debida importancia al emprender las medidas que apuntalen hacia una reestructuración de la deuda externa de la Republica Dominicana.
Otro de los indicadores más usados es la deuda como porcentaje del PIB. El valor crítico que recomienda el FMI es 40% del PIB. Debajo de esta proporción la probabilidad de ocurrencia de una crisis de la deuda es inferior a 5%.
Sin embargo, la probabilidad de crisis aumenta a un rango de 15% a 20% una vez se sobrepasa el nivel de deuda equivalente a 40% del PIB. En la Republica Dominicana este indicador está actualmente en 49.53% del PIB. Aparte de la proporción del PIB, un indicador clave es la deuda pública total como proporción de los ingresos públicos.
Un mismo nivel de deuda pública como proporción de producto puede resultar en muy diferentes proporciones en cuanto a los ingresos públicos. Hay países de la región en los cuales la situación es manejable con una deuda/PIB en torno a 47%, mientras que el indicador de la deuda sobre ingresos públicos ronda en los 188% y 301%, respectivamente.
Este indicador de la sostenibilidad de la deuda pública se encuentra en la actualidad en el nivel de 395, cuando el valor critico es de 250, ciento cuarenticinco puntos por encima del valor critico.
Deudas para pagar deudas
Otro indicador es la razón entre la amortización de la deuda y los nuevos desembolsos. Si este indicador (revolving ratio en inglés) es superior a 100, la deuda no se renueva con una nueva deuda. En contraste, si el indicador es inferior a 100, la deuda se renueva con una deuda nueva, prolongando la dinámica existente de endeudamiento.
Republica Dominicana en la actualidad está en un nivel de 60,4, lo que significa que el país se está endeudando para pagar nuevas y más costosa deudas.
El endeudamiento público ha aumentado US$4,397 millones desde diciembre del 2012 hasta el mes de abril del 2014, para un incremento del 17%. En poco mas de un año, la deuda pública total ha pasado de un 44% del PIB a un 50%, un extraordinario incremento de seis puntos porcentuales. Ya este nivel de endeudamiento representa un serio peligro a la sostenibilidad fiscal de la Republica Dominicana, pues como demuestran los trabajos empíricos del FMI la probabilidad de una gran crisis financiera aumenta a un rango de 15% a 20% una vez se sobrepasa el nivel de deuda equivalente a 40% del PIB. La deuda publica consolidada del país presenta casi diez puntos porcentuales por encima de su valor critico.
Nuestro Partido hace un serio llamado de alerta a las autoridades de la Nación, para adoptar los mecanismos institucionales, a los fines de establecer metas y límites al endeudamiento público, a través de una Ley de Responsabilidad Fiscal que garantice una prudente, responsable y transparente gestión Financiera del Estado, como principio fundamental de la actuación presupuestaria y que permita incorporar la estabilidad en un contexto intertemporal, con carácter permanente, de forma que el bienestar de las generaciones futuras no se vea condicionado por el excesivo endeudamiento de las anteriores.
Y el ejemplo del Gobierno debe comenzar con una profunda revisión a la estructura del Gasto Público, que privilegia el 87% a los Gastos Corrientes, contra un pobre 13% a los Gastos de Capital.