Las encuestas constituyen un sistema de medición, en nuestro caso electoral, que refleja un instante entre pasado y presente. Un par de meses después de ser realizada una encuesta sus resultados y su linea de trabajo podría ser totalmente distinta.
Por Manuel Hernández Villeta
No es una forma de adivinar el futuro, sino de poder verificar las áreas de trabajo que se deben perfilar para la mejor proyección del candidato. Lo difícil es poder determinar la objetividad de las encuestas, por más seria que pueda ser la empresa que la lleva a cabo.
Una encuesta podría alterar sus resultados en base a la forma en que está redactada la pregunta central, o sobre el segmento de clase que se trabajó. La inclinación, sin ser científica y eticamente responsable, tendrá factores determinantes.
Creo en la encuesta como método de trabajo que puede dar un panorama sobre el camino a recorrer, pero no creo en el sondeo como un oráculo que dirá exactamente el ganador de un proceso electoral. Las simpatias que ofrecen encuestas llevadas a cabo en el país, a dos años de las elecciones, no pasa de ser un simple ejercicio político e intelectual.
Nadie tiene en estos momentos una candidatura segura en el espectro político dominicano. Me refiero en específico a los dos grandes partidos, el de la Liberación Dominicana y el Revolucionario Dominicano. Los partidos emergentes están hechos como un traje a la medida y su dueño será el candidato, o respaldarán al que designe el grupo que encabece su coalición.
En la República Dominica hay considerandos que deben ser priorizados para determinar candidatos. Va o no la reelección; se podrá llegar a consenso entre Leonel y Danilo para escoger al candidato presidencial; cómo estará la economía a seis meses del momento de votar; cómo irá la acción sangrienta de la delincuencia, y las medidas oficiales de control; ¿Miguel Vargas Maldonado saldrá con buen pie en el PRD y será su candidato?; ¿Habrá nueva división en La Convergencia, al buscar la candidatura Hipólito y Luis Abinader?..
En la era de las redes sociales y los periódicos digitales el mundo va a escala de segundos, y por consiguiente las variaciones partidistas ocurren en forma inmediata. El derrumbe del presidente Santos en tan solo un mes, en las elecciones de Colombia, es un buen ejemplo, o como en 15 días las manifestaciones en Ucrania sacaron al gobierno pro-ruso del poder e instauraron a nuevas autoridades, dando paso a la crisis que sacude a Europa y las grandes potencias.
Observemos las encuestas de los últimos días como un ejercicio de entretenimiento, porque a dos años del momento de las votaciones, carecen de fuerza real para que se piense en candidatos definitivos.