El precandidato presidencial Temístocles Montás anunció al inaugurar su comando central de campaña en la capital que asumirá las consecuencias de seguir diciendo al pueblo la verdad, antes de que éste lo vea como a la generalidad de los políticos, mentirosos y corruptos.
Montás, con más de 40 años en el comité central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) fundado por el profesor Juan Bosch, dijo que ese es el reto del país, lograr un liderazgo político que apueste a la verdad.
El dirigente político habló la noche del jueves en presencia de decenas de seguidores al dejar inaugurado su Comando Central de Campaña en la calle 4ta No. 54 en el sector Jardines del Sur, frente a Metaldom, en esta capital, informó una nota de su equipo de prensa.
Sostuvo que es lamentable que una serie de circunstancias históricas hayan llevado a los políticos en general a devaluar la política reducida a politiquería.
“La gente inclusive entiende que cuando alguien dice la verdad no es político, debido a que asocian al político con aquel que habla mentiras”, y reiteró que pese a ello continuará diciendo la verdad al pueblo, no importan las consecuencias que deba correr.
En ese sentido citó la polémica en la antigua Grecia entre Aristóteles y Platón, cuando se entendió como un acto de deslealtad las críticas que el primero había hecho al segundo y al responder el porqué Aristóteles dijo: “Yo soy amigo de Platón, pero soy más amigo de la verdad”.
De ahí que Montás considere que en el ejercicio de la actividad política él debe mantenerse diciendo la verdad aunque ésta sea dura y cruda, aunque reconoció que hay gente a quienes obviamente “no le gusta eso”.
Sostuvo que actuar al contrario es la causa de que el descrédito de la política ha llevado con razón a la juventud dominicana a no creer en los políticos del país, a quienes ve como mentirosos, además de corruptos.
Montás subrayó que, en efecto, espera que el próximo proceso electoral de 2016 sea una jornada en la que los dominicanos puedan definir entre lo que es política con la verdad y hacer política usando la mentira.
“Obviamente entre faltar a la verdad y ser corrupto no hay una gran diferencia, no hay una distancia que separe una de la otra, por lo que he tratado de trillar un camino distinto al hacer política diciendo la verdad”, comentó.
Rememoró a propósito que durante mucho tiempo al interior del PLD se llegó a objetar las aspiraciones de Danilo Medina como potencial Presidente de la República, bajo el supuesto de que su figura carecía de carisma.
Sin embargo, recordó que hoy Medina es valorado el más reputado de los presidentes de América Latina.
“La pregunta que entonces uno se hace es qué habría pasado si el país se hubiese perdido la oportunidad de ver (en el poder) a una persona que era cuestionada porque supuestamente carecía de carisma”, se interrogó.
Por esas circunstancias recientes el precandidato presidencial ratificó su posición de que la alternabilidad en el poder debe ser la apuesta, la que abre a todos los dominicanos la posibilidad y la oportunidad de que gente nueva, nuevas mentalidades, ejerzan el poder, renovando así esperanzas.
En una exhortación a la militancia de su partido dijo que con la victoria de Medina el partido ha dado un paso importante en la dirección no volver atrás y previó que, si se volviera atrás, “el PLD puede muy bien perder las elecciones de 2016”.
Advirtió que en el plano nacional el país ha conquistado libertades pero tiene que esforzarse para que esa libertad sea también vista como justicia social, en una nación donde el 62% de los dominicanos y las dominicanas se sienten pobres.
“Por esa razón y de cara al futuro ese tiene que ser el gran desafío que tenemos que acometer y eso tiene que darse en un contexto de alternabilidad en el ejercicio del poder, donde logremos constituir una sociedad en la que nadie se sienta imprescindible e insustituible, donde nadie se crea rey”, sentenció.
Estimó finalmente que una de las grandes falencias del PLD en el ejercicio del poder es que no ha logrado realmente propiciar pasos importantes en la dirección de consolidar un verdadero estado de derecho.