El hallazgo de los 800 esqueletos de recientes nacidos en un convento de Irlanda ha llenado de horror a los católicos de ese país.
El espantoso hecho tiene de escenario a la ciudad Tuam, hallado dice la nota en 1975. Ahora se informa que entre 1925 y 1961 el convento acogió a mujeres solteras embarazadas,
Los restos estaban en una antigua fosa séptica cerca del convento de monjas que generó polémica en Irlanda, donde la Iglesia católica ha afrontado décadas de escándalos por los casos de abusos a miles de menores.
El caso ha sido recreado por la historiadora Cartherine Corless, quien hizo el descubrimiento. Corless investigaba los archivos del antiguo convento de Tuam, hoy convertido en una urbanización, cuando descubrió que 796 niños habían sido enterrados cerca del complejo sin ataúd ni lápida inidca la agencia AFP.
Para la autora, el hallazgo es solo la punta del iceberg pues el Gobierno irlandés guarda en secreto los certificados de hasta 4 mil bebés que fueron enterrados en otras fosas sin identificar durante décadas, reportó la agencia española Efe.
De acuerdo a lo narrado, los recién nacidos eran enterrados de forma secreta por las monjas del Convento de Bon Secours y señala que no existen registros sobre los motivos de las muertes de los pequeños pero todo apunta a que pudo deberse a la neumonía, la malnutrición, la tuberculosis o al maltrato.
La historiadora descubrió certificados de defunción que indican que cientos de cadáveres de niños pueden yacer en el espacio que ocupaba un tanque séptico del edificio conocido como "El Hogar", que acogía a madres solteras.