El senador Adriano Sánchez Roa propuso un programa agrícola que retome nuevas tecnologías y apoyos e incentivos directos en la mecanización y preparación de tierra, semillas y otros materiales de siembra, bajas tasas de financiamientos, reducción de las pérdidas post cosecha y precios de sustentación, a fin de revertir las importaciones de alimentos, que en el 2013 totalizaron US$1,825.7 millones.
En su exposición sobre la producción y seguridad agroalimentarias, y la participación de los profesionales agropecuarios, durante el“V11 Congreso Científico-Gremial Agrónomo Sebastino Brito” de la Asociación Nacional de Profesionales Agropecuarios (ANPA), el legislador fronterizo presentó un modelo para integrar a la agricultura 5 millones de tierra ociosas e intensificar las que hoy se cultivan.
Sánchez Roa reveló que la inversión en la agricultura genera más empleos que la industria, el turismo y las zonas francas, pues con apenas un 7.6% del PBI es capaz de generar 571 mil empleos directos, equivalente al 14.2% de la totalidad nacional, mientras la industrial sólo tiene el 9.8% de la masa laborar y el turismo genera únicamente 6.1% del total de empleos, no obstante estos recibir elevados subsidios y exenciones fiscales por parte del Estado.
Mostró su preocupante por la tendencia creciente en la importación de alimentos, que “no solamente ha sangrado la economía con el gasto de US$10,275.0 millones en compra de alimentos en el extranjero, pues apenas hemos producido el 72.45% del consumo total de alimentos en los últimos seis años, sino que nos obliga a revertir cuanto antes ésta pendiente peligrosa”.
El ex administrador del Banco Agrícola abogó por mayores inversiones para el sector agropecuario, pues el declive porcentual asignado del presupuesto general ha venido desde un 17.3% en el 1987, a 13.7% en el 1990, a apenas 2.5% en el pasado año 2013, lo que impide la adquisición de maquinarias para la preparación de tierra y el auspicio de buenas fincas de producción de semillas de alta calidad.
Sánchez Roa, en su exposición “Producción Agroalimentaria, pobreza y Violencia Ciudadana en la República Dominicana”, señala que la rentabilidad promedio de la mayor parte de los productos agrícolas muestra que en términos reales, fue negativa en el lapso 1990-2006 para 54% de los productos y muy baja para 20% de ellos, lo que indica cómo los productores han venido teniendo pérdidas.
Agregó que la productividad promedio de la agricultura declinó o se estancó durante los últimos 25 años en la mayoría de los principales cultivos, quienes utilizan 75% del área cosechada, igual que la superficie cosechada, entre los años del 1990 y 2006, pero se expandió el área cultivada de arroz, cacao, ajíes, berenjena, ñame, melón y piña, mientras se redujo la superficie de caña de azúcar, sorgo, habichuelas, tabaco, tomates, yautía y yuca, entre otros.
Sánchez Roa pidió comprender que así como la mayoría de los sectores de la economía reciben subsidios y exenciones por parte del Estado para crecer o sostenerse, la agricultura necesita de esa política, que para este año el turismo, la industria, las zonas francas y la industria eléctrica alcanzan, como gasto tributario, la suma de RD$181,455.2 millones, que equivale al 6.8% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Si la agricultura hubiese sido privilegiada en los incentivos, regímenes especiales y contratos, que reúnen las exenciones, deducciones, créditos o pagos diferidos, que durante el periodo 2008-2014 suman RD$866,432.3 millones, lo que supera en un 67.9% el Presupuesto de la nación del presente año, hoy se importara menos de US$1,530.0 millones”, explicó.
Consideró que tal y como los Estados unidos han dispuesto US$97.0 mil millones para sus agricultores, en apoyo a la mecanización, simientes, asistencia técnica, garantía de precios y rentabilidad, bajas tasas financieras, igual como lo está haciendo la Comunidad Económica Europea, para salir con éxitos ante el RD-Casta y reducir la pobreza rural, la República Dominicana está compelida a aplicar una política similar.
Sánchez Roa indicó que de esa forma esas naciones colocan sus exportaciones hasta con un 33% menos del costo de producción, en beneficio de sus productores y sus economías, ya que pese a sostener -Los Estados Unidos y Europa- el 85% de los subsidios agrícolas del mundo, con sus exportaciones mantienen la prosperidad y bienestar del sector rural y ofrecen precios adecuados a sus consumidores.
Recordó que la producción agropecuaria ocupa un lugar prioritario dentro de las políticas económicas globales de la Unión Europea, razón por lo cual asigna históricamente al sector agropecuario más del 50% de todos los subsidios que otorga esa mancomunidad de naciones a sus economías, y dedica el 41.3% del presupuesto total comunitario a los gastos agrícolas en general, mientras que la República Dominicana apenas dispone de un 2.5% de su presupuesto para la agricultura