¿Cuál es el objetivo de conjeturar sobre las preferencias a lo interno de los partidos con informaciones de encuestas para las que no se ha diseñado una muestra?
En el caso del Partido de la Liberación Dominicana, provocar su derrota, desalojarlo del poder en el 2016.
No es un secreto para los que manejamos informaciones privilegiadas, que en el país hay grupos económicos muy recelosos de los poderes que ha concentrado el PLD, y que el suscrito reveló en la radio que la petición básica que diez de los empresarios más importantes del país le expresaron al nuevo embajador de los Estados Unidos, en un almuerzo de bienvenida, fue que se empleara en procurar la unidad del Partido Revolucionario Dominicano.
Pero los perredeístas ni oyen ni entienden, por lo que esa unidad hay que forzarla activando el factor que la provocaría en forma automática y que le regalaría al candidato que lleve una oposición unificada, el 3 o 4% de los votos por los que se define el triunfo en el mercado electoral dominicano. Esa ficha es Leonel Fernández Reyna.
Saben que el posicionamiento privilegiado que tiene el PLD se debe a la elevada popularidad del presidente Danilo Medina, que no podrá presentarse como candidato presidencial por impedimento constitucional, por lo que descartado el más fuerte, está clara cuál es la opción para lograr el objetivo de desplazar al PLD: aupar a su candidato más vulnerable.
Tienen en su poder estudios cualitativos que expresan unas de las características que la gente aspira para un nuevo presidente es que represente una opción nueva, que la alta valoración que está proyectando Luis Abinader en estudios que no son para publicación sino para poseer datos certeros, se debe a que la gente lo asume como lo nuevo.
¿Qué pasaría si el PLD se proyecta a sí mismo como una opción renovada nucleado alrededor de un candidato nuevo, pero con experiencia de Estado y una hoja de servicio limpia de cualquier imputación de corrupción?
Habría predominio morado para rato, y esa no es la apuesta.
Un electorado que después de Danilo Medina espera algo igual o mejor, se le presenta a Leonel Fernández como candidato y la lectura que daría el PLD, es que en vez de avanzar retrocede, es que Leonel Fernández, ha podido sacar ventajas de equiparaciones con Hipólito Mejía, pero quema el examen con Danilo, que las cosas que la gente le valora de positivo las ve negativas de Leonel Fernández.
Si hay una posibilidad real de derrotar al PLD en el 2016, está encarnada en una candidatura de Leonel Fernández.
Los que están batiendo abanicos para hacerles sentir unos vientos ficticios saben que habrá casi un millón de primeros votantes, y que entre estos y los segundos votantes, Leonel acusa un amplio rechazo, y que el levantaría un amplio núcleo de clase media a votar temprano a rayarle en contra.
Que Danilo Medina podría hacer un esfuerzo titánico para respaldarlo, pero aun así habría núcleos duros del danilismo que no experimentarían mucho entusiasmo, porque tienen aún abiertas las heridas de las humillaciones y los maltratos.
Esta no es su coyuntura, ni lo aclama la sociedad como ocurrió en el 2004, ni cuenta con la maquinaria aplastante del Estado para imponerse como lo hizo a lo interno del PLD frente a Danilo Medina en el 2007.
Tiene apoyo de los leonelistas, no así en la mayoría del PLD.