SANTIAGO.- Un hoyo, tan grande como el largo y ancho de un vehículo de tamaño regular, dificulta desde hace una semana el tránsito por la avenida 27 de Febrero, de esta ciudad, próximo al sector Villa Progeso.
A pesar del peligro que significa el enorme agujero para los vehículos que transitan por dicha vía, las autoridades edilicias prácticamente nada han hecho para corregir la situación.
Dos letreros, utilizados más para promocionar la “gestión socialista” del alcalde Gilberto Serulle, que se viene realizando “con la fuerza del pueblo”, han sido colocados casi al borde del hundimiento del pavimento, sin que se especifique a través de ellos el gran peligro que la irregularidad encierra.
Todo ocurrió la noche del sábado de la semana pasada, cuando un camión recolector de desperdicios fue estacionado en el lugar para recoger la basura que los vecinos amontonan allí.
Súbitamente el pavimento cedió ante el peso del vehículo de carga y una buena parte de su estructura cayó en el hoyo que se formó y solo pudo ser sacado horas después con la asistencia de una grúa.
Desde entonces el agujero ha ido creciendo, llegando desde el inicio de la acera hasta casi el centro de la avenida, una de las tres principales vías de desahogo vehicular que existe en esta ciudad.
Pero, mientras la fosa se expande en la superficie en todas direcciones y su profundidad cada vez es más ostensible, la alcaldía aparentemente no se ha ocupado de iniciar los trabajos de restauración del sitio, a pesar del peligro que representa.
Otro hueco que llama la atención en esta ciudad es uno está ubicado casi justo al frente del edificio donde funciona la alcaldía santiaguera y por donde casi a diario transita en su yipeta el alcalde Gilberto Serulle.
Además de que está a pocos metros del despacho del administrador del municipio, el hoyo tiene la peculiaridad de que ha provocado destrucciones de aros y neumáticos, así como roturas de piezas de vehículos, de manera fundamental en el tren delantero.
Miles de vehículos públicos y privados a diario pasan por el lugar. Algunos choferes y conductores divisan el hoyo a tiempo y logran evitar que estos caigan en el mismo, aunque para ello deban realizar repentinos virajes que han provocado choques.
Por el frente del cabildo circula la ruta “A” del concho santiaguero. Manuel Estévez, quien dijo que desde hace 15 años pasa casi a diario por el lugar, porque es chofer de carro público, dijo que la única explicación que pueda existir para que Serulle no se haya percatado de ese hoyo “es que llegue a su oficina a bordo de un helicóptero”.
Mientras esta ciudad luce abandonada a su suerte, en lo que al mantenimiento de sus calles y avenidas, ha trascendido que el departamento municipal llamado a garantizar condiciones óptimas de las vías no puede cumplir con ese cometido, porque no dispone del material asfáltico necesario, porque alegadamente las empresas productoras se niegan a despacharlo, como consecuencia de deudas millonarias que se han acumulado.