El nuevo año escolar amenaza con ser todo un tormento. Los colegios privados ya subieron la tarifa. Así se lo aseguran a los padres y tutores al momento de proceder a inscribir a sus hijos.
Por Manuel Hernández Villeta
Persiste el problema de los libros de texto, que deben ser adquiridos de nuevo todos los años, a pesar de que se dispuso su cambio cada tres años.
El ministerio de Educación parece que no tiene ninguna autoridad para hacer valer los reglamentos sobre los colegios privados. Estos toman las medidas que consideran de su interés para obtener mayores beneficios.
No puede un ente privado actuar a como le venga en ganas, y menos en un servicio tan vital como la educación. En consecuencia, el Ministerio de Educación tiene que intervenir para aplicar orden, en el desorden de los colegios privados.
Hay que establecer que las tarifas de los colegios vayan de acuerdo a la categoría del centro escolar. A tomar en cuenta las instalaciones físicas, el nivel de los profesores, la zona donde está ubicado, y sobre todo, el historial conjunto de preparación de sus alumnos.
En caso de que el Ministerio de Educación sea incapaz de solucionar el problema, debe convocar al Consejo Nacional de Educación, para controlar que los dueños de colegios aumenten las tarifas y cambien los libros de textos todos los años.
Una cosa es la educación pública y otra la privada. El gobierno está llevando a cabo un masivo programa de construcciones en todo el país, al tiempo que fortalece el sistema de tanda extendida.
En el sector público hay que vigilar que se cumpla con los horarios de clase, y que los mismos no sean violados porque hay reuniones gremiales, o a los maestros les dio la gana de no ir a trabajar ese día.
El presidente Danilo Medina está haciendo un gran esfuerzo para mejorar el sistema educativo nacional, por lo que los responsables de trabajar el día a día deben cumplir con sus funciones. La educación es disciplina y recursos económicos. Si falla la disciplina desde arriba, la anarquía se adueñará de las escuelas.
Hay tiempo para corregir las distorsiones con el futuro año escolar, pero hay que comenzar a trabajar desde ahora.