La Representante Auxiliar, Sonia Vásquez, destacó que la ENI-2012 contó con una muestra de más de 68,000 hogares, la encuesta más grande hecha en el país en cuanto al número de hogares encuestados para su realización.
Santo Domingo, Rep. Dom. – 10 de junio, 2014. – La Oficina Nacional de Estadísticas ONE, con el apoyo técnico del Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA y el apoyo económico de la Unión Europea UE, realizó en el año 2012 la Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes en la República Dominicana.
La información ofrecida por esta encuesta, es el resultado del uso de una metodología ampliamente discutida y del más alto rigor científico, que contó con un personal directivo y técnico de vasta experiencia y calificación incuestionable a nivel nacional e internacional.
Dentro del marco de la investigación realizada y según los resultados arrojados, la población de inmigrantes de origen haitiano en el país es de alrededor de un 5% de la población total dominicana no de un 12% y que dicho porcentaje responde a 458,233 inmigrantes de origen haitiano, no a ninguna otra cifra.
Queremos dejar constancia que los descendientes inmigrantes de origen haitiano de primera generación representan 209,912 personas, las cuales son contabilizadas oficialmente en la ENI 2012 y que la cifra de 668,145 incluye a inmigrantes de origen haitiano y sus descendientes.
La encuesta recoge más de 60 países de origen de inmigrantes, siendo Estados Unidos el segundo con una población de 13,514, no de 800,000 como también erróneamente se ha dicho.
La encuesta también recoge la presencia de origen extranjero de acuerdo al sector económico específico. La ENI 2012 arrojó que en el sector agropecuario está insertado el 30.4 % de la población de origen extranjero del total de inmigrantes en el país, 22.4% en el sector construcción y el 17.7% en comercio al por mayor y menor.
La aportes de la Encuesta Nacional de Inmigrantes ENI-2012 permiten, desde un conjunto de datos de alcance nacional, ayudar a la toma de decisiones que orienten las políticas públicas de manera más certera y encaminada al desarrollo económico al servicio del bienestar y el respeto a los derechos humanos que, sin distinción, corresponden a cada uno de los habitantes de esta parte de la isla.