El diputado David Collado visitó al presidente del Distrito Nacional del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Alfredo Pacheco, y a su esposa Digna Reynoso de Pacheco, en la búsqueda de un entendimiento y unidad política en la Capital.
Collado llegó acompañado de los diputados José Miguel Cabrera y Arsenio Borges, del Distrito Nacional, y Pacheco estuvo acompañado del político y abogado Eduardo Lovatón.
Luego de una conversación en privado en su residencia, David Collado y Alfredo Pacheco expresaron a la prensa la necesidad de abogar por una unidad y fortalecimiento de todos los sectores del PRD y la sociedad civil.
En este sentido, dice una nota enviada a este diario, estos dos dirigentes han entendido que lo principal para poder desplazar de la plaza política más importante del país al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es levantar una plataforma de ideas claras que convoquen al electorado capitaleño a librarse de un gobierno municipal ineficiente.
A continuación, el “entendimiento para ganar en la Capital”, al que llegaron David Collado y Alfredo Pacheco:
Los suscritos, dirigentes políticos que hemos hecho vida pública en el PRD ocupando estamentos de dirección y posiciones electivas de gran envergadura, queremos expresar nuestro firme propósito de lograr un entendimiento que nos coloque en condiciones óptimas para enfrentar a los candidatos del PLD en nuestra demarcación.
La situación de nuestra ciudad después de 12 años de administración por parte del alcalde Roberto Salcedo es lamentable. Nos arropa la basura, el caos en el tránsito, deficiente drenaje pluvial (…). No hay propuestas claras de nuestro ayuntamiento en los temas de seguridad, señalización, turismo (…). En fin, nuestra ciudad está –en gran parte- desamparada.
La República Dominicana vive un franco desbalance de poder en todos los estamentos políticos. El poder acumulado por el PLD en los últimos años llama a preocupación a todos los sectores sanos de nuestra sociedad. Tenemos que detener la realidad de que el PLD lo controle todo. Es la responsabilidad de todos los dirigentes políticos opositores laborar para que se produzcan entendimientos y acuerdos que desemboquen en procesos democráticos que garanticen una oposición firme en contra del absolutismo del partido de gobierno.