Los dueños del país, como muy acertadamente califica un diario nacional a los choferes de vehículos públicos, se han adueñado de las calles y avenidas, sin importar que sean zonas residenciales, escolares, hospitalarias o turísticas.
Por Elvi Paredes
Los dominicanos vivimos agobiados por la acumulación de basura, la delincuencia, la violencia, el desorden que imponen los choferes de carros públicos, guaguas, motoconchos, y por los haitianos ilegales que se han apropiado de casi todas las esquinas e intersecciones de nuestras ciudades.
Los dueños del país, como muy acertadamente califica un diario nacional a los choferes de vehículos públicos, se han adueñado de las calles y avenidas, sin importar que sean zonas residenciales, escolares, hospitalarias o turísticas.
Es así, como nuestros hospitales, universidades, escuelas, parques y plazas han sido transformadas en ´´paradas´´, donde los choferes establecen además, talleres de mecánica, tiendas de repuestos, y donde los vendedores haitianos se instalan con sus puestos de frutas y paleteras.
Pero eso no se queda ahí, a los pocos días, esos lugares terminan arrabalizados, con hedor nauseabundos, ya que allí, esos choferes se orinan y defecan, e incluso, algunos de esos ´´padres de familia´´, utilizan algunas de sus unidades como cuarto de hotel para sostener relaciones sexuales con sus parejas o ´´amigas´´. Eso lo he visto en la zona universitaria de la UASD.
Podría poner decenas de ejemplos, pero solo mencionare dos, con el fin de llamar la atención ´´a nadie´´, porque en esta ciudad no tenemos SENADOR, ni DIPUTADOS, ni REGIDORES, ni mucho menos SÍNDICO o ALCALDE, como se le denomina ahora.
Recuerdo como el extinto productor y presentador de televisión, Freddy Beras Goico, en su visto programa El Gordo de la Semana, denunciaba el establecimiento de una parada de guagua en la calle José Martí esquina 27 de Febrero, allí donde funciona una Guardería Infantil.
En su programa dominical, Beras Goico, entrevistó a las monjitas que dirigen la Guardería, las cuales denunciaban la suciedad, la contaminación ambiental, el ruido, y la arrabalizacion que provocaba esa parada de guagua al frente de la Guardería.
Sin embargo, 20 años después, y luego de varios cambios de gobiernos, de síndicos, de senadores, de diputados y de regidores, aun continúa el desorden, la suciedad, la arrabalizacion y el ruido.
La calle José Martí, es hoy más sucia, mas desordenada, mas arrabalizada, y más insegura que nunca.
La Duarte con Paris, es hoy más sucia, mas desordenada, mas arrabalizada, y más insegura que nunca.
Por la Avenida Isabel Aguiar esquina 27 de Febrero ya no se puede cruzar, puesto que esa intersección fue tomada por los choferes.
El trébol del kilometro 9 de la Autopista Duarte ha sido tomado por los choferes, en especial por los señores Antonio Marte/CONATRA y por Juan Hubieres/FENATRANO.
Pero, podemos mencionar otro caso digno de pena. El entorno de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el más antiguo centro de estudio del nuevo mundo, la más importante academia de educación superior de la República Dominicana, y una de las más populosas universidades de América Latina.
Sin embargo, su entorno parece una pocilga, y no toda pocilga, porque existen algunas muy limpias. Su entorno luce arrabalizado, tomado por los choferes de guaguas, carros públicos, y vendedores de todo tipo, ante la mirada indiferente de autoridades de la UASD, del cabildo capitalino, de nuestro senador, de nuestros diputados, de nuestros regidores, y del gobierno central.
Y me pregunto ¿a quién acudir para reclamar el cumplimiento de las leyes de tránsito y de las normativas municipales que rigen, o deben regir el buen vivir, y el buen comportamiento en nuestras ciudades?
Es que el ciudadano tiene que hacer justicia con sus propias manos, cuando cualquier indecente se estaciona en la entrada de su marquesina, provocando muchas veces, pleitos, e incluso desgracias personales, porque los motorizados de la autodenomidada Autoridad Metropolitana de Transporte AMET, solo se la pasan paseando o deteniendo a personas de clase media, mientras los choferes se estacionan, establecen paradas y hacen lo que le viene en gana.
Los ciudadanos de a pie tienen que tomar las calles, porque dueños de ferretería, de talleres de mecánica, herrería, ebanistería, tiendas, y vendedores ambulantes, se han tomado las aceras, e incluso han construido en ellas, como ha sucedido en la Avenida Nicolás de Ovando esquina Máximo Gómez?
Hasta cuando los ciudadanos soportaremos tanta irresponsalidad e indiferencia de parte de senadores, diputados, síndicos y regidores, que cobran buenos salarios para hacer NADA?
Sabe usted quien es su diputados o su regidor? YO NO.