México se atrevió a soñar que era posible evitar una derrota ante Brasil en el Mundial de Fútbol.
Por Martha Andrés
México, 17 jun (PL) En una capital repleta de estatuas, donde escritores, científicos y políticos saludan al caminante desde cualquier esquina, los mexicanos seguramente se atreverían hoy a levantar otro monumento: uno dedicado al portero Guillermo "Memo" Ochoa.
México se atrevió a soñar que era posible evitar una derrota ante Brasil en el Mundial de Fútbol, algunos más osados pensaron en el triunfo; pero aunque aspirar a tal hazaña realmente fue demasiado, el cancerbero mantuvo invicta su portería para lograr una proeza casi igual de grande con empate histórico.
A las 14:00 hora local este país se detuvo, miles de personas abarrotaron el Zócalo para disfrutar el partido en las pantallas gigantes colocadas allí.
"México, México, México", se escuchaba el estruendo tremendo, como si el clamor de tantas voces -más de 200 mil según se informó en el audio local- pudieran llegar a la ciudad brasileña de Fortaleza e impulsar a la selección tricolor para plantarle cara a los anfitriones como no lo había hecho nunca.
Y quizás el once sintió tanta energía, quizás las magistrales atajadas de Memo también tuvieron un poco de la potencia desbordada por los hinchas que en toda esta nación vivieron cada uno de sus movimientos cual si fuera cuestión de vida o muerte.
"¿Dónde están los brasileños que nos iban a ganar?", gritaba el multitudinario coro reunido en la plaza vestida de verde, porque casi todos llegaron hasta el Zócalo con su playera del equipo, los rostros pintados, las manos llenas de banderas.
La primera mitad del desafío trajo para los locales algunas alegrías y finalmente el conjunto tricolor logró irse al medio tiempo con el 0-0 que mantenía vivas las esperanzas de una buena actuación.
Sin embargo, en la segunda parte vino la apoteosis: México salió con más determinación al terreno, se enfrentó de igual a igual ante el único pentacampeón del mundo, mostró que este "tri" tiene grandes aspiraciones y los aplausos en el Zócalo se hicieron ensordecedores.
De nada le valió a la escuadra "verdeamarela" los peligrosos disparos de su estrella Neymar, ante cada tiro amenazador contra la portería mexicana estaba Ochoa para mantener la sonrisa en los labios de sus fanáticos, al tiempo que el resto del conjunto lució también sus mejores armas.
Con la igualada final a cero, México alcanzó algo inédito, pues en sus tres enfrentamientos mundialistas previos contra Brasil siempre había cargado con la derrota.
Qué gran partido. Muy bien jugado, @miseleccionmx. Hoy México demuestra su grandeza. ÂíBravo @yosoy8a!", escribió el presidente Enrique Peña Nieto en Twitter, red social donde políticos, artistas y el pueblo todo alabó la labor del equipo.
Tras la victoria, los parciales se dirigieron el céntrico Monumento Ángel de la Independencia, donde continuaron los festejos entre saltos y cantos, como si, en lugar de conseguir un empate, la selección tricolor se hubiera coronado campeona.
jf/mar