Se trata de un cocktail de exquisita mezcla que incluye incentivos turísticos para proyectos hoteleros, oferta complementaria, mejoramiento de la aviación civil, promoción del país en el exterior, obras de infraestructura turística y regeneración de playas.
Por Luis Eduardo Díaz Franjul
El 13/1/2009 publiqué un artículo en el Listín Diario titulado "Presupuesto e inversión en obras turísticas". En aquel entonces tomé como referencia la Ley 158-01 (año 2001) de incentivos turísticos y los decretos 336-05, 403-05 y 452-05 que crearon el Consejo de Fomento Turístico (Confotur), el Fondo Oficial de Promoción Turística, y el Comité Ejecutivo de Obras de Infraestructura en Zonas Turísticas (Ceiztur).
Al final se resume un impuesto de US$28.80 de tasas aeronáuticas y tarjetas de turistas por pasajero transportado en vuelos internacionales regulares y no regulares o charter (ida y vuelta), como motor que mueve todo lo anterior. Se trata de un cocktail de exquisita mezcla que incluye incentivos turísticos para proyectos hoteleros, oferta complementaria, mejoramiento de la aviación civil, promoción del país en el exterior, obras de infraestructura turística y regeneración de playas.
En el artículo realicé un ejercicio basado en un promedio de 3.9 millones de pasajeros en un año, aplicando la tasa de US$28.80, para un ingreso anual de US$112.3 millones. Suponiendo que este monto no varíe en cuatro años el total sería US$449.3 millones. Hasta donde tengo entendido desconozco reacción alguna de parte del Ministerio de Turismo (Mitur), la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores) y el Instituto Dominicano de Aviación Civil (Idac) con relación al artículo que publiqué en 2009. Según Diario Libre de fecha 16/6/2014 unos 5,163,682 de pasajeros ingresaron al país en 2013.
Diario Libre también menciona el Decreto No.99-14 de fecha 18/3/2014 que modifica el Decreto No.876-09 del 25/3/2009, "que de los 15 dólares por pasajero, destinaba US$7.0 al Mitur, mientras que el Idac recibía solo US$5.0″. Al menos que sea un error, serían US$12.0 y no US$15 los que perciben Mitur y el Idac, por lo dicho hasta ahora. De no ser error, no sé dónde va a parar la diferencia de US$3.0, que en realidad son US$6.0 pues se trata de un impuesto no solo “a la entrada” sino también “a la salida”, al menos que esos US$6.0 sean por concepto de tarjetas de turistas, cosa que todavía no sale a flote. Eso sucedía entre 2009-2013 y marzo de 2014.
De acuerdo al nuevo decreto 99-14, dice Diario Libre: "Solo establece que US$5.50 por cada pasajero será recibido por el Idac – antes recibía US$5 -, y que US$3.25 serán destinados a los fondos del Comité Ejecutor de las Infraestructuras de Zonas Turísticas (Ceitztur) – antes recibía US$4-." Al día siguiente la Dirección General del Idac envía un comunicado al periódico reafirmando que el Poder Ejecutivo "dispuso oportunamente una reasignación mínima de 0.50 centavos de dólar de la tasa aeronáutica para que el Iadc recibiera US$5.50 y el Ministerio de Turismo continúe recibiendo US$6.50 de la misma". Por lo tanto no tengo claro lo del periódico en cuanto a los US$3.25 destinados al Ceiztur.
Vimos que fueron 5,163,682 pasajeros que entraron al país en 2013. Esto hace un total de US$154.9 millones. Haremos un ejercicio suponiendo que esos valores no cambien en los próximos cuatro años. En este caso el total sería US$619.6 millones. Esto no es descabellado ya que según cifras del sector privado publicadas en 2009, en el período 2004-2008 el Mitur invirtió US$90.0 millones en obras de infraestructura turística; US$60.0 millones en Puerto Plata, y US$90.0 millones en promoción internacional. De igual manera el Gobierno invirtió US$160.0 millones en obras de infraestructura y de apoyo, y US$87.0 millones en Puerto Plata, lo que resume un total de US$487.0 millones en cuatro años. Esto no está distante de los US$449.3 millones que arrojó el ejercicio que realizamos en 2009 con un estimado de pasajeros.
En 2008 Asonahores sugirió a las autoridades la concertación de un financiamiento de US$500.0 millones para obras de infraestructura turística en los polos desarrollados. Al respecto, en mi artículo de 2009 dije lo siguiente: "Obviamente, los fondos generados por la ley 158-01 y los citados decretos son lo suficientemente cuantiosos como aval para garantizar un financiamiento de US$500.0 millones para obras de infraestructura turística en los polos desarrollados, pero en base a una clara ubicación y aplicación de fondos como parte del presupuesto de ingresos y ley de gastos públicos".
Esto último debería aplicar al Mitur y al Idac para aclarar no solo los porcentajes y aplicación de tasas aeronáuticas que reciben, en interés de delimitar el "cocktail de exquisita mezcla" al que hice referencia en el primer párrafo de este artículo, con la finalidad de buscar mejores resultados al final de la gestión. Esto así porque según Diario Libre los ingresos percibidos en 2013 por el Idac por concepto de tasas aeronáuticas fueron de RD$2,521.5 millones, que convertidos a dólares (43 X 1) serían US$58.6 millones. Pero realmente son US$51.6 millones al multiplicar la tasa de US$10.0 por 5,163,682 pasajeros. Aún así siguen flotando (no sabemos dónde van) los US$6.0 que se supone provienen de las tarjetas de turistas y que se convierten en US$31.0 millones (aprox. RD$1,333.0 millones) a fin de año. Otro cálculo es multiplicar la tasa de US$14.0 de Mitur por los 5,163,682 pasajeros (US$72.3 millones).
En definitiva, no solo estamos hablando de vuelos internacionales regulares y no regulares o charter, de una tasa aeronáutica que pasó de US$28.80 a US$30.0 por pasajero, sino también de una tendencia alcista de entrada/salida de pasajeros en los últimos años, donde los polos desarrollados son los más favorecidos y los menos desarrollados están a mil años luz de ser copartícipes de los recursos que genera una legislación que hoy se aplica a todo el territorio nacional (Decreto 275-13). Hay que buscar la manera de que esos fondos lleguen también a los polos turísticos menos desarrollados. Por un lado delineando acciones que estimulen la inversión turística, por el otro realizando obras de infraestructura turística.
La otra faceta (según Diario Libre) son los RD$1,998.8 millones (el 79.3% de RD$2,521.5 millones y/o ingresos recibidos por el Idac en 2013) destinados a las remuneraciones de 1,970 empleados en la nómina del Idac a diciembre 2013. Al respecto, Adriano Miguel Tejada, director de Diario Libre, baja con fuerza el 18/6/2014 cuando dice: “Que el Idac tenga casi 2,000 empleados en nómina en un país con cuatro aeropuertos funcionales y otros tantos en “España Boba”, habla del gigantismo del Estado que impide que tenga dinero para las cosas importantes y sufra de estar inventando fórmulas para sobrevivir a costa de todos nosotros”.
Ahora que esto sale a la luz pública, en mi artículo del 2009 dije lo siguiente: “Una vez alcanzado este objetivo (eliminación de la Categoría III impuesta por la OACI a RD) hay que volver a analizar el término (mejoramiento de la calidad de la aviación civil) para determinar la ubicación de esos recursos (tasas aeronáuticas) en el presupuesto del aparato estatal. Todo parece indicar que dentro de la ley (158-01 y decretos promulgados hasta 2005) este término no se complementa con una clara aplicación de recursos, en comparación con aquellos destinados a la promoción del país en el exterior y a las obras de infraestructura turística (ver Ley 158-01), como observamos en el período de gobierno 2004-2008. Por tanto, creemos que esto debe ser materia del Idac y no de Turismo, para transparentar la aplicación y uso de fondos públicos”.
De otro lado, Diario Libre cataloga al Ceiztur como “El zurcidor del turismo”. Entre los motivos, uno de ellos es el hecho de que las obras de infraestructura turística no son incluidas en la programación del Ministerio de Obras Públicas. Ahora que esto sale a la luz pública, en mi artículo del 2009 dije lo siguiente: “Visto lo anterior (obras de infraestructura, promoción internacional y mejoramiento de la calidad de la aviación civil), hay que evitar la confusión de roles o de fondos en la preparación del presupuesto nacional, sin dejar de lado el aspecto jurisdiccional inherente a determinados organismos del Estado, como es el caso de la Secretaría de Estado de Obras Públicas, lo que debe ser tomado en cuenta por el Gobierno a la hora de invertir los recursos públicos en obras de infraestructura turística, regeneración de playas, y otros dentro del ámbito turístico”.
En la campaña electoral que transcurría a finales de 2011 los hoteleros de Barahona representados en la Bolsa Ecoturística Hispaniola (Behsa), entidad que me honro en presidir, me eligieron para exponer sobre el turismo de Barahona en visita que hicieran a la comunidad El Naranjo el entonces candidato presidencial Danilo Medina y el jefe de campaña y Ministro de Turismo, Lic. Francisco Javier García. En ese encuentro solo nos limitamos a explicar que el Polo IV ampliado (Barahona, Pedernales, Independencia y Bahoruco) debiera tener alguna representación (al igual que Asonahores) en el Mitur para desarrollar estrategias que estimulen la inversión local/extranjera en proyectos turísticos, para que el polo se pueda desarrollar.
En tal sentido explicamos nuestros puntos de vista en base a estudios turísticos preparados por la Bolsa Ecoturística Hispaniola (Behsa), los que entregué personalmente al candidato presidencial, Lic. Danilo Medina. De igual manera procedimos con otras agrupaciones políticas. A sugerencia del Lic. Medina, el Ministro de Turismo nos recibió en su despacho en Santo Domingo una semana después (octubre 2011) donde repasamos nuevamente los temas, sin llegar a nada concreto. Durante la entrevista el Lic. Francisco Javier García nos dijo que el Boulevar de Barahona y el Proyecto Litoral Marino María Montes pronto serían una realidad (como así es) y que unos chinos estarían interesados en invertir en el Sur. Esa fue la última vez que lo ví.
Luis Eduardo Díaz Franjul
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