El padrón de militantes del Partido Revolucionario Dominicano presentado por Miguel Vargas es una ofensa a la inteligencia, la dignidad y el orgullo de más de dos millones de ciudadanos que votaron por esa organización en las elecciones de hace apenas dos años. Elecciones que, por cierto, el PRD perdió precisamente por el uso de los recursos del Estado y la traición del inefable lumpen Miguel Vargas, el mismo que hablaba con orgullo de haber llevado al partido al número uno en la boleta de la Junta Central Electoral.
Ese desleal y vil, sin sonrojarse, elimina de golpe y porrazo, a más de 700 mil militantes del partido de masas más grande y viejo del país.
Decir que el PRD solo tiene 538 mil miembros es un golpe a la democracia; es negarle los derechos adquiridos durante décadas a cientos de miles de hombres y mujeres que durante más de 75 años forjaron ese partido. Gente que dio su vida útil, que terminó en la cárcel o en el cementerio para que ahora este canalla, unido al gobierno, los ignore.
Miguel Vargas tiene el padrón del fraude. El PRD no es un partido pequeño, es grande, es mayoritario. Lo prueban las contiendas electorales en las que ha participado. El esquizofrénico de Miguel ha hecho un padrón a su medida excluyendo a militantes y dirigentes emblemáticos, confiando en que sus amigos del PLD, a través de la Junta Central Electoral y del Tribunal Superior Electoral, legitimen su atrocidad.
Creo, sin embargo, que incluso con el padrón del fraude, el rastrero de Miguel pierde la Convención si fuera limpia. Pero no lo será.
Los más de 700 mil excluidos del padrón del PRD podrán recurrir ante el TSE en busca de justicia, pero dudo que la encuentren a menos que no se expresen políticamente, no judicialmente, como ha sucedido hasta ahora.
Creo, con toda sinceridad, que si Miguel ha hecho lo que le ha dado la gana con el PRD, si el TSE ha emitido más de 30 sentencias a favor de Miguel, si el presidente de la JCE es parcial a favor de Miguel, si el gobierno no le ha cobrado un dólar a Miguel de los 15 millones que le debe al bando del Estado, se debe a la actitud conservadora y cobarde los líderes del PRD Mayoritario.
Suele decirse que en política “al que no da, le dan”. Y el PRD Mayoritario no da. Al contrario, le han dado hasta con el cubo del agua. Acude una y otra vez al TSE sabiendo que, al igual que la JCE, es un comité de base del PLD que orienta Reinaldo Pared Pérez desde sus oficinas del Congreso Nacional.
Si el PRD Mayoritario dejara de amagar y no dar, si adoptara una actitud militante, de enfrentamiento con el gobierno en calles y campos, otra fuera la situación. Pero ese grupo conservador toma la Casa Nacional del partido militarmente y luego la entrega pacíficamente en un hecho insólito.
Hasta que los líderes del PRD Mayoritario no se pongan los cojones (hombres y mujeres) para enfrentar a Miguel Vargas, que es un cobarde, igual que sus amigos del TSE y de la JCE, seguirá haciendo lo que le venga en ganas. Sabe, como lo sabe el gobierno, que no habrá consecuencia. Ese PRD Mayoritario no intimida. El gobierno no le teme porque no tiene razones para temerle.
El padrón del fraude de Miguel y el gobierno no puede ser legitimado. Y la única manera de evitarlo, lo digo por enésima vez, es con la movilización de las masas enardecidas. Y el que tenga miedo que se quede en su casa y se compre un perro prieto. ¡Ya basta! “¡Jugamos todos o se rompe la baraja!”, como dijera Juan Bosch hace muchos años. La dictadura del PLD tiene que ser enfrentada con acciones concretas, no con simples denuncias, ni visitas a los tribunales corrompidos. Las dictaduras se derrotan de otro modo. Por lo menos eso enseña la historia.