Durante su breve visita a nuestra nación el vicepresidente de los Estados Unidos, señor Joe Biden, elogió la manera "rápida y decidida" con la que el presidente Danilo Medina logró encontrar una solución a la sentencia del tribunal constitucional sobre el status de indocumentados residentes en la República Dominicana.
El señor Biden le dijo al presidente Medina que le felicitaba "por la manera decidida con la usted influyó en que se aprobara una nueva ley de Naturalización." Y a seguidas expresó que se sentía "complacido y sorprendido" de lo pronto que nuestro presidente pudo dar respuesta a la situación creada por la sentencia del Tribunal Constitucional, con lo cual demostró que es "un líder decidido".
Estas valoraciones positivas de la actitud y la dimensión del liderazgo de Danilo Medina por parte del vicepresidente norteamericano, muestran con claridad meridiana lo que pudo haberle pasado a la imagen de la nación dominicana si nuestro presidente no se hubiera empleado a fondo para enmendar el gran error cometido por el Tribunal Constitucional con su sentencia discriminatoria y con ciertos tintes de exclusión y racismo.
El gobierno norteamericano iba a actuar en contra de la República Dominicana en todos los organismos internacionales si no se hubiese aprobado la Ley 169-14, la cual es una especie de rectificación del grave error cometido por el Tribunal Constitucional.
Y no importan lo que digan los nacionalistas extremistas, lo cierto es que Danilo mostró que es un líder de grandes dimensiones cuando logró enderezar el entuerto de la sentencia 168-13 sin que esos sectores extremistas pudieran alegar violación de dicha sentencia o de la constitución. Si analizamos con detenimiento las palabras del señor Biden, lo que el expresa es que Danilo tuvo la visión y la decisión de enderezar el entuerto creado por dicha sentencia y así evitó que nuestro país pasara una vergüenza a nivel internacional y perdiera varios aliados importantes en el mundo.
Y esas palabras de Biden de que Danilo es un líder decidido, deben ser tomados muy en consideración por los aliados del PLD que quieren meter al país en otro lío nacional e internacional con el impulso de un supuesto referéndum para tratar de construir un muro entre Haití y República Dominicana. Este planteamiento es una necedad que se parece a la sentencia del Tribunal Constitucional.
Ya el gobierno habló muy claro a través de su vocero oficial y del ministro de interior y policía: Ese Muro no es prioridad ni está en los planes del actual gobierno. Después de aprobada la Ley 169-14 de Naturalización, la tarea del momento es seguir impulsando el plan de reguralización y exigiendo que el gobierno haitiano cumpla con su parte de dotar de documentos a todos los haitianos ilegales en nuestro territorio.
Seguir insistiendo en la necedad de la construcción de un muro en la frontera es seguir promoviendo la xenofobia y el antihaitianismo en nuestra nación. Y el que quiera imponerle a Danilo un muro se encontrará con la decisión firme de un líder que ha demostrado ser una muralla de dignidad y sentido de justicia que no se deja chantajear.
Euri Cabral
Es Economista y Comunicador
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