En una conferencia en el Centro Cultural Banreservas, pide juzgar a la Iglesia desde la perspectiva de su fundación .
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez proclamó anoche que la Iglesia dominicana está “seria y concienzudamente comprometida” en ayudar a solucionar los graves problemas que se presentan en la sociedad, así como a mitigar los efectos y tensiones que estos provocan.
Al afirmar que la Iglesia siempre ha estado al lado de los débiles, sin descuidar en modo alguno sus necesidades materiales, dijo que esta tiene la misión irrenunciable de predicar el Evangelio a todos los hombres de todos los pueblos y épocas.
El cardenal López Rodríguez se refirió al tema en una conferencia sobre “La Pastoral Social de la Iglesia”, que dictó en el Centro Cultural Banreservas, donde fue presentado por el administrador general del Banco.
Enrique Ramírez Paniagua ponderó la misión evangelizadora de la Iglesia Católica, al asumir el compromiso de dignificar la vida humana y dotarla de valores trascendentes, que conduzcan al crecimiento del espíritu en todos los aspectos de la vida.
Añadió que en un mundo en crisis, de incesantes y radicales cambios culturales y tecnológicos, el hombre moderno encuentra en la Iglesia un norte claro donde dirigir sus pasos, una orientación segura y fiable para lograr su plenitud humana y social.
Fallos y pecados
Tras defender la labor social de los evangelizadores en América, López Rodríguez dijo que “frente a los fallos y pecados que encontramos por parte de la Iglesia debemos pronunciar sus nombres con reverencia y testimoniarles nuestro reconocimiento por lo que hicieron a favor de nuestros indígenas y pobres”.
Refiriéndose a la labor pastoral en la actualidad, el prelado católico exhortó a que “sean más numerosos los hijos de la Iglesia que se comprometen en la noble tarea de promover humanamente a sus hermanos, de defender sus derechos y su dignidad, de trabajar por el imperio de la justicia”.
Sin embargo, pidió que esa labor se realice “desde una concepción del hombre, cristiana y eclesial, sin concesiones ni titubeos, sin equívocos ni ambigüedades”.
Reconoce labor pastoral
El cardenal felicitó a quienes colaboran en la pastoral social de la Iglesia, de quienes reconoció su inestimable trabajo, al tiempo de pedirles seguir adelante con su esfuerzo.
Dijo que toda pastoral social debe apuntar a tres tipos de cambios en el hombre: primero, su renovación interior, que implica un cambio en la vida y en la sociedad; segundo, un cambio en las actitudes y en la conducta; y tercero, un cambio en las relaciones humanas y en las estructuras de la sociedad.
Con respecto a la necesidad de producir un cambio en las actitudes y la conducta de los hombres, dijo que el signo que marca nuestro tiempo es el egoísmo. “El signo del cristianismo es el amor. El cambio esperado es la vivencia del amor, como estímulo, como justificación, como expresión”, precisó.
Subrayó que quienes se dedican a la pastoral social abrigan la esperanza de llegar a una meta que presente al hombre en toda su dimensión, abierto siempre a la trascendencia.
Afirmó que en América Latina hay mucha gente ya sin fe y sin esperanza, que creen que todos los caminos se han cerrado, pero estimó si esta percepción fuera cierta, “el Señor tiene en sus manos los recursos para abrirlos y nos da la capacidad de continuar la faena”.